La verdad es que Bills no estaba molesto con Mary y mucho menos con Whiss.Recordar ese momento al despertar, después de tres años, le causaba un profundo disgusto. Ella estaba realmente feliz de verlo abrir los ojos después de todo ese tiempo. Su mirada brillaba, su sonrisa era amplia y se lanzo sobre él llena de júbilo. Lo extraño y mucho. La manera en que hundió sus manos en su espalda, la fuerte inhalación sobre su cuello, esos largos segundos en que no se apartó de él, eran evidencia de cuanto Mary añoró verlo despierto, estar con él. Eso fue más que agradable para Bills, pero rápidamente se volvió un pequeño malestar que fue creciendo en cuestión de horas.
Cuando le propuso a Mary mudarse con él a su mundo, esperaba una respuesta inmediata y afirmativa, en lugar de eso ella le pidió tiempo para pensarlo.
-¿Qué tanto tienes que pensar? ¿Acaso no quieres estar conmigo?-le cuestionó el dios, cruzando los brazos y con el ceño fruncido.
-Quiero estar contigo más que muchas cosas Bills-le respondió ella que en verdad estaba muy contenta de recibir esa oferta- Pero también quiero otras cosas...
Mary tenía más sueños además de él. También tenía gente a la que quería e iba a extrañar. Sin mencionar que su partida podía causar dolor en esas personas. Ella siempre andaba lejos de su gente, pero nunca perdía contacto con ellos. Si se iba a ese otro mundo sencillamente desaparecería causando sufrimiento. Explicarles su decisión no era opción, pues se iban a oponer o le cuestionarian demasiadas cosas imaginaba Bills, que pese a su actitud entendía el porque ella le pidió tiempo para pensar. Fue un mes de aquel planeta lo que el dios le concedió. Estaba confiado en que ella aceptaría vivir con él, pero esa cuota de sensatez en su juicio le inserto un ligero temor a que ella optará por rechazar la oferta. Finalmente Mary tomó la decisión de dejar su mundo atrás para hacer del suyo su nuevo hogar. Bills fue con Whiss a recogerla. Llevaron el cubo pensando que ella llevaría un equipaje abundante, pero no. Mary puso toda su vida en una mochila grande nada más.
Cuando dejaron ese mundo, Mary se quedó callada por largos minutos y no apartó la mirada de ese planeta azul que flotaba en la oscuridad del espacio. Bills supuso que ese fue el momento en que ella realmente comprendió la magnitud de su decisión. Whiss se detuvo. Él no se lo pidió, pero el ángel lo hizo posiblemente considerando lo mismo que él: que ella iba a retractarse, que rompería a llorar y diría que no era capaz. Y aunque los ojos de Mary se llenaron de lágrimas y su respiración se cortó por un momento,no cambió su postura. Cerró los ojos un instante, respiró profundo dando un paso atrás y se dió la vuelta mostrando la espalda a su planeta.
-¿Algún problema?-les preguntó sonriendo.
-Ninguno -le contestó Bills y Whiss retomo el viaje.
Mary no volteó a ver su planeta Tierra. Posiblemente temía que de ver atrás su resolución flaquearia y no sería capaz de continuar. O bien fue la forma en que se dijo así misma que esa mundo quedaba atrás. Mary tuvo que dejar muchas cosas para aceptar esa propuesta que tenía una enorme cuota de egoísmo. El viaje a ese otro mundo era algo muy cansado para Bills. Se le hacia fastidioso, además le molestaba la idea de que ella pudiera llegar a compartir demasiado de su persona con alguien que no fuera él. Y es que desde su perspectiva Mary era suya. No como un objeto, no como para controlar lo que ella hiciera o no, era un sentido de propiedad sobre lo que consideraba importante, le gustaba o simplemente lo entretenía. Todo lo que prefería era suyo, como lo era él mismo. Esa suerte de temor a que ella diera a otro cosas suyas, respondía a que de no estar él ahí para...
Bills arrojo otra piedra al estanque y después de verla rebotar una docena de veces sobre el agua, se dió la vuelta y se alejó hacia los árboles. Pensar tanto y así de profundo no era natural en él. Caminando por el estrecho sendero, con la luz del ocaso entrando entre las ramas sacudidas por un viento callado, el dios retornaba a su mundo interno medio revuelto.
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Mientras dormía.
FanfictionÉl durmió tres años y ella se quedó en su mundo en compañía del ángel.