La vida necesita un poco de cliche

Sinopsis

—¡Mierda!
Me había despertado hace unas horas, pero no lo pensé y me volví a dormir. Tome mi sudadera del piso y sali de mi cuarto apurada, siempre hiba tarde a la escuela.
¿El problema de hoy? Dormí de más.
—¡Mierda!— volví a insultar.
Me doble en tobillo bajando las escaleras, no le tome importancia y seguí bajando las escaleras tan rápido como pude.
—¡Mamá!— grité.
No encontraba a aquella mujer que negaba ser mi progenitora, ella no se preocupó por su hija al parecer porque voy 3 horas tarde a la escuela.
—¡Mamá!— volví a gritar.
Si seguía gritando me hiba a quedar ronca, volví a gritar está vez más fuerte haciendo que el grito fuera más agudo, hasta a mi me molesto.
—¿Sigues con vida?— respondió mi madre.
Al fin la encontraba y por su expresión no tenía muchas ganas de verme o yo estaba como la mierda.
- Si, lamentablemente sigo con vida.
- Te vez como si te hubiera atropellado un camión, dijo mientras una mueca se formaba en su rostro.
- Gracias igualmente, le digo para molestarla pero por su expresión que cambió al instante creó que no le dio risa mi chiste.
Salgo de la sala sintiendo su mirada amenazandome y voy directo a mi objetivo la puerta, tendré que ir en  moto porque Alana definitivamente ya llego a la escuela.
Tomó el pestillo para salir pero una mano se posa en mi hombro y me detengo para voltear a ver quién es, si es mamá ya estoy muerta.
Al ver que era mi hermano me relajo y el  frunce las cejas al verme creó que notó que estaba tensa.
Mi hermano es un par de años mas pequeño que yo, pero recibe clases por la tarde.
- Olvidas esto, balancea una mochila en su mano hasta que me doy cuenta que era mi mochila.
- ¿Co- Cómo si yo la tenía en mi mano?, titubeó.
- La dejaste en las escaleras, dice acto seguido me la da y me pasa las llaves de la moto, que haría sin el, moriría honestamente pero no se lo dire, se le subiría el ego hasta el cielo y no es mi meta de vida afortunadamente porque con un gracias el ya esta pidiéndole impuestos hasta a mi gata Ellie.
- Gracias, cuida a Ellie, le recuerdo antes de que abra la boca para decir algo yo ya le había dado un portazo en la cara.