Capítulo final: Imperios Unidos Mexicanos

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Después de la derrota del Eje en 1945, delegados de todas las potencias en el mundo se reunieron en la Ciudad de Guadalajara. La propuesta de la reunión: el mundo en la posguerra. México y Gran Colombia, las 2 mayores potencias al finalizar la guerra acordaron que no habría zonas de ocupación en ningún país derrotado, las fuerzas armadas de los países derrotados debían de ser disueltas hasta 1955 y, a partir de ese año, limitadas.

Los gobiernos de la Confederación, Italia, Portugal y Alemania debían de ser reemplazado por un régimen democrático, bajo el control de grupos aliados. A los sureños los unionistas también les exigió que los afroamericanos tuvieran iguales derechos civiles que los blancos. La Confederación "oficialmente" aceptó, pero en la práctica, el régimen de apartheid se mantuvo. El régimen sureño cayo y se dio pie a la nueva Republica Confederada de América con capital en Atlanta. La Unión de Estados Libres se renombrarían de nuevo a Los Estados Unidos de América después de la anexión pacifica de Ohio, Iowa y Nueva Inglaterra

El gobierno de Portugal fue encabezado por un rey leal a España. La nueva monarquía recibió apoyo de la población portuguesa y lograrían unir ambas casas reinales en una sola en 1960.

El 30 de mayo de 1945, el primer transporte aéreo que traía de regreso a las tropas aterrizó en la Ciudad de México. En el campo aéreo, toda la división 146 de las fuerzas de élite (quienes habían servido heroicamente en Norfolk, Virginia) fue condecorado con la Orden de San Carlos por la Emperatriz María José I debido a su valentía. Durante los días posteriores, los transportes aéreos aterrizaron por todo el país. Banderas mexicanas ondeaban en todos los edificios gubernamentales, casas, comercios e industrias del país. Pero el 4 de julio las banderas ondearon a media asta en recuerdo de las víctimas de la guerra. En Luisiana, la población de color, que había sido humillada durante la invasión confederada recibió con júbilo a los soldados mexicanos que los liberaron.

La Segunda Guerra Mundial había acabado con las dificultades económicas de los 1930's y había creado un sentimiento nacional de orgullo. Las banderas ondeaban orgullosas por todo el país una vez más. Sin embargo, había muchos trabajos de reconstrucción que hacer en Luisiana y las otras ciudades que los confederados habían destruido. En Nueva Orleans, todo el mundo se unió a los trabajos de reconstrucción. Las tropas que regresaban se iban reintegrando al mundo laboral civil; aunque algunas veces fue difícil encontrarles un trabajo civil. Sin embargo, se crearon muchos trabajos en los sectores de la defensa, de la construcción y en el sector industrial.

El primer ministro mexicano Miguel Alemán Valdés había propuesto su idea de crear una organización mundial en Ginebra en 1946. El 6 de julio de 1947 en la ciudad de México se reunieron delegados de todos los países para discutir sobre esta propuesta. El 18 de noviembre de 1948 se reunieron otra vez para finalizar la carta de la Organización Internacional (OIN).

Las oficinas centrales de la organización tenían que estar en la Ciudad de Guanajuato y la OIN debería estar compuesta por la Agencia de Defensa y Seguridad (ADS), la Agencia de Cooperación Internacional (ACI) y la Agencia de Economía Mundial (EAM). Los RCA (Republica Confederada de América), Sudáfrica y Brasil se rehusaron a firmar la carta porque declaraba en su primer artículo que "Los Hombres de todas las razas son creados iguales". Muchas otras naciones entre las que se cuenta a Francia, El Reino Unido e Italia estaban escépticos con el contenido de esta, sobre todo por la situación en que quedaban sus imperios al declararse que "todos los pueblos tienen derecho a un hogar nacional". Esto marcó el principio de dos bandos competidores: Los Aliados con México y los Aliados con los RCA.

El 26 de octubre de 1949, la emperatriz María José I murió de un ataque cardiaco. El príncipe imperial, Don Maximiliano de Iturbide-Habsburgo se convirtió en el "Emperador de México, Príncipe del Tesoro, Protector de la constitución y comandante de las Fuerzas Armadas Imperiales Mexicanas". Fue coronado con gran pompa en la Catedral Metropolitana de México la navidad de 1949. El nuevo emperador era reconocido por su heroica participación durante la Segunda Guerra Mundial y su visión democrática del mundo. A la coronación asistieron todas las cabezas coronadas del mundo (Alejandro II de Rusia, Pedro V de Brasil, Alfonso XV de España, Alberto I del Reino Unido) además los presidentes De Gaulle de Francia, Mariano Pérez de Gran Colombia y Eisenhower de la Estados Unidos entre otros.

¿Y si el primer imperio mexicano nunca hubiera caído?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora