Mi Pasado, tu Origen

Amor de madre

Narradora

El camino de la vida, siempre existirán obstáculos que nos harán caer, sin embargo si estás unido al amor todo será posible. Ocultar secretos es como decir mentiras, estos tarde o temprano se han de conocer, y algunas veces sus consecuencias pueden ser positivas o negativas...

En una casa de Japón una madre buscaba a su hija...

-¡Shaun!, ¡Shaun!- gritaba June desde la cocina

-¡Ya voy mamá!- decía la muchacha bajando- ¿Qué pasa?

-Háblale a tus hermanos y diles que la comida ya esta lista

-Si, ya voy, por cierto, ¿papá ya llegó de su viaje?- preguntó la peli verde

-Eh no, pero hoy en la tarde regresa - le sonrió su mamá, recordando aquel mensaje que le envió por medio de su cosmos

-Que alegría

Estas preguntas le hacían mucho eco a June, puesto que después de casi dieciséis años, aun no le ha dicho la verdad, ella cree que cuando Hyoga no esta, es por que va de viaje de negocios, sin embargo la realidad es otra, puesto que él se prepara para recibir a sus alumnos y cuidar de vez en cuando la casa de acuario.

Se perdió en sus pensamientos, pero salió de ellos debido a una discusión que tenía su hija...

-¡Ya déjame en paz Magnus!

-Ni si quiera te hice nada

-Por favor no peleen

-Ay Natasha no seas metiche

-Yo no soy metiche

-¿Por qué hacen tanto escandalo?- preguntó algo irritada la rubia mayor

-Magnus me empujó

-No es cierto mentirosa- le reclamó aquel rubio

-Si es cierto- apoyó la rubia de trece años

-¡Ja!, Natasha es testigo

-¡Ya basta!, ¡a comer!

-Esta bien mamá- respondieron los tres bajando las escaleras

-Son hermanos, no deben pelearse, Magnus tienes que respetar a tus hermanas, por que son señoritas, y ustedes jovencitas deben respetar a su hermano, y no importa que tu seas la mayor Shaun- les reclamó mientras le servía la comida

-Yo no soy la que empieza, es Magnus- se defendió mientras tomaba la jarra con jugo, mientras que su madre la fulminaba con la mirada

-Mamá, después de comer me puedes ayudar a resolver algunos problemas de matemáticas por favor, es para la tarea de mañana

-Claro- dijo sonriendo

Después de comer, ayudó a su hija con la tarea, ella aun no lo podía creer como es que se había convertido en madre de tres hijos. Tenía una hermosa familia, aunque ella e Hyoga no estuvieran casados, pues aunque el tiempo pase, el corazón jamás olvida.

Como siempre hizo el que hacer de la casa, de vez en cuando se sentaba en el sofá a ver televisión o platicaba con sus hijos, su amor lo daba a todos por igual, sin embargo sentía que con Shaun, su relación era completamente diferente que con Magnus y Natasha, estos dos son hijos de Hyoga, sin embargo Shaun no lo era. De cierta forma, sabía que su primera hija por más que la quisieran, siempre iba quedar fuera, por que había un lazo que no compartía con ellos, y esto cada vez más tenía miedo de que saliera a la luz.

La noche llegó, hizo de cenar y se suponía que su pareja ya debía llegar, iban a hacer las once y nada, sus hijos lo estaban esperando, es por eso que aun no se iban a dormir, sin embargo escucharon el golpeteo de las llaves y gustosos fueron a recibir lo con un gran abrazo.