Único

2.7K 389 63
                                    

Boten, un país donde reinaba la violencia, donde los ciudados vivían con miedo todos los días y no, no hablamos por ladrones o asesinos, ellos temían que un día su rey se volviera loco y asesinara a todos. Su actual rey no siempre fue así, cuando era un joven príncipe fue feliz sin embargo al perder a su familia y amigos enloqueció, entre comillas, mejor dicho se sumió en una oscuridad de la cual no importo cuanto se esforzara, fue incapaz de salir ó al menos así fue hasta que llegó su reina, su sol, su luz entera y del país.  

Su reina era un miembro de la familia real del reino de Tenjiku, un doncel hermoso con cabellos ébano y ojos océano. Su personalidad era la misma que la de un sol, sacando así al rey de su oscuridad, pero que ahora tuviera una razón para vivir no lo hacia menos peligroso, al contrario no importaba que hicieras, siempre que provocaras que la reina sufriera desearías morir porque te esperaba un destino peor que la muerte. 

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Mikey por fin había terminado el fastidioso papeleo, todos dicen que son de geniales los reyes por el simple hecho de ser capaces de gobernar un reino, pero nadie nunca te cuenta sobre las infiernales montañas de papeleo, todo lo que queria ahora era llegar a la habitacion de su amada reina y abrazarlo, que le revolviera el cabello como siempre lo hacía y besar sus labios.

Ó al menos eso quería. 

Cuando entró por la puerta se encontró a su amada reina tratando de esconder torpemente que había estado llorando, sus ojos aún estaban hinchados al igual que su nariz, pequeñas lágrimas asomaban de sus ojos. 

— ¿Quién hizo esto? — Preguntó lo mas calmado que pudo para no asustar a su amado. — Mitchy ¿Quién se atrevió a hacerte llorar? 

— ¿De que hablas? ¿No entiendo de que la estas hablando? — Su mirada se poso en su esposo — ¿Cómo estuvo tu día? 

— Mitchy eso no importa, dime ¿Quién se atrevio a provocar que lloraras? Y no aceptare que me tomes a tonto. — Sin dudarlo Manjirō abrazo a Takemichi. 

— Es estúpido. 

— Nada que tenga que ver contigo es estúpido. 

Takemichi se separo y lo vio directamente a esos hermosos ojos ónix.

— Recuerdas la candidata a concubina que trajo el duque Urabe, ella me dijo que solo soy un capricho tuyo, que en cuanto te aburras de mí me dejaras de lado ó peor me obligarias a regresar a Tenjiku, me dijo que en cuanto pruebes el sabor de una mujer me olvidaras. — Pequeñas lágrimas amenazaban con caer de los ojos océano.

— Amor mío yo nunca dejare de amarte, ni permitere que alguien mas entre a nuestras vidas, nunca en mi vida aceptaría una concubina. — Mikey abrazo a su reina para despues darle un suave besó en los labios. — Sanzu. — Llamó. 

Haruchiyo que se encontraba fuera de la puerta acato las ordenes rápidamente. 

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

La mujer se encontraba encadena a la pared, no podía moverse en absoluto, su antes sedoso cabello negro ahora estaba maltratado, su antes suave piel ahora se veía amarillenta .

— Ves Mitchy nunca dejare existír a cualquier que te haga daño. — Susurró en los oídos de su amado. 

— Mikey yo… — Volteo a ver a esposo — ¿Podrías dejarme un momento a solas con ella? 

The King's | MaiTakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora