Easy || Lee Donghyuck | Haechan

easy | 02

No le era extraño despertar en el apartamento de Donghyuck, aunque sí era primera vez que lo hacía desnuda en su cama. Bueno... De alguna manera ya eso había pasado antes, solo que nunca con Donghyuck al lado. Rye hizo una mueca al recordar la resaca de aquella vez, pero al momento pensó en poco más que tomarse una taza de café y ver qué podía sacar de la nevera.

Por cuestión de instinto, con total experticia, se encargó de levantar el brazo sujetando su cintura y apenas recibió un gruñidito por parte del moreno. Se levantó y puso la primera camisa que consiguió en el piso, aunque fuera de Donghyuck, y caminó con cautela a través del cuarto con el primer objetivo de buscar su abandonada ropa de la noche anterior.

Ahí fuera, sentado en el piso –puntualmente evitando el sofá cubierto de más o menos sucias prendas– y viendo televisión, estaba Mark, con un tazón de cereal entre manos.

—Hey... —Rye lo saludó al cruzar miradas, alertado él por el sonido de la puerta, tirando del borde de la camisa para tapar cuanto pudiera de su bastante evidente desnudez. Mark enrojeció un poco y volteó para darle su privacidad, mas no dijo una palabra al respecto— Lamento... esto. Mm. El desastre. Supongo.

—No, no —negó Mark como si estuviera diciendo apenas una locura, tomando otro bocado de su desayuno aún sin despegar la mirada de la pantalla—. Tú no eres quien vive aquí, no es tu responsabilidad. Solo culpa a Donghyuck.

Sonrió a pesar de morderse el labio, colándose a buscar sus pantalones— ¿A él sí lo vas a regañar?

—Por supuesto —asintió sin dudarlo—. Va a tener que lavar los platos toda la semana, te lo aseguro.

—No seas malo, tiene que estudiar mucho —intentó abogar por Donghyuck. Era cierto que los tendrían ahogados en exámenes especialmente esta próxima semana, cosa que en definitiva Rye no celebró un poco porque significaba se verían bastante para repasar lo que pudieran juntos.

—Yo también, y él se lo ganó —bufó Mark, frunciendo el ceño y finalmente arriesgándose a voltear sobre su hombro a echarle una mirada a Rye por un poco de énfasis—. Tenemos la regla de no hacer cochinadas en las áreas comunes, ¿sabes?

Rye intentó no reaccionar al que fuera tan directo con lo que, bastante obviamente, había pasado la noche anterior. Simplemente apretó los labios y siguió pestañeando sus grandes ojos sintiendo en el fondo apenas un asomo de vergüenza. Solo porque se trataba de Mark.

—¿Es tan necesaria esa regla? —cuestionó encogiendo la nariz con al menos un mínimo de diversión.

—Mmm, no —admitió medio reacio aunque con completa seriedad—, pero es bueno tenerla.

—No tanto como romperla —guiñó coqueta, yendo a la cocina al tiempo que la puerta a sus espaldas se abrió para descubrir a un totalmente desnudo Donghyuck. Se estaba tallando el ojo con un nudillo, alborotando el cabello con la otra mano. Mark volteó la cara con mucha más irritación que al ver a Rye y en agresivo silencio le lanzó su ropa.

—Rye, ¿por qué te paraste? Hace fríooo —lloriqueó él apenas localizarla, dejando todo chocar con su pierna y caer al piso sin preocupación.

—Por supuesto que hace frío —siseó Mark—, estás desnudo. Por favor, tápate antes de que me den pesadillas.

—Hey, no me veo tan mal —se quejó con el ceño fruncido un instante, al siguiente de nuevo puchereando hacia Rye en súplica—. ¿Vuelve a la cama? ¿Por favorrr~?

—Creo que voy a vomitar —gruñó el canadiense, llenándose la boca con el resto de su comida para poder levantarse, rápidamente lavar su plato, y encerrarse dentro de su cuarto.