cap. 1

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EL DÍA DE LA BODA

30 minutos antes de la boda.

- Nina, mi amor, estás preciosa en tu gran día. No sabes lo feliz y orgullosa que estoy de ti – me dice mamá.

- Muchas gracias, mamá, todo esto significa mucho para mí. Tengo ganas de verlo y convertirme en su mujer y empezar nuestra nueva vida juntos – le digo en el tocador mientras ella terminaba de ponerme unos bonitos pendientes azul claro.

- ¿Dónde ibais de luna de miel? – me pregunta Eric, mi primo, desde una videollamada puesto que no podía venir a mi enlace por temas de trabajo.

- Vamos a las Maldivas una semana. Ya quiero estar tomando el sol en las playas de aguas cristalinas con mi marido – digo con una amplia sonrisa.

- ¡Hola! ¿Se puede? Vengo a hacer unas cuantas fotos a la novia y damas de honor – dice el fotógrafo, llegando a la habitación.

- Adelante, pase – le dice mamá.

El fotógrafo nos sacó unas cuantas fotos a las chicas ayudándome con los zapatos blancos con tacón y me saca una foto con mi velo que me llega por la cintura y mi ramo de flores rosas y blancas, y claro mi vestido, de manga corta y con un lazo pequeño y elegante en la cintura.

- Perfecto, nos vemos en la iglesia – se despide el fotógrafo.

Inicio de la boda

- ¿Lista cariño? – me pregunta papá en las puertas de la iglesia.

- Un poco nerviosa, pero lista.

- Antes de entregarte, quería decirte que estás preciosa, como una princesa. Ese chico es muy afortunado de tenerte.

- Te quiero mucho papá – lo abrazo antes de que se abran las puertas.

Todos los invitados se empezaron a girar para ver a la novia y a su padre. Antes de empezar a avanzar, mis ojos recorrieron la sala, viendo toda la gente que había venido a compartir este día tan especial. Veo a mis dos mejores amigas, Cloe y Nora, junto el altar, mirándome con cara de preocupación, y cuando por fin miro el altar, descubro que mi prometido no estaba allí. Lo empecé a buscar por toda la sala mientras mi expresión facial pasaba de una sonrisa a una cara de nervios.

Salgo corriendo de la iglesia, seguida de mis padres y mis damas de honor, y busco por los alrededores a Marc, pero ni rastro de él. Después de un buen rato, y sin saber que hacer, vuelvo al hotel donde nos habíamos preparado y empiezo a llorar.

- No lo entiendo – digo entre sollozos – él me quiere y ansiábamos casarnos, no tiene sentido que se haya ido, así como así y sin decir nada.

- Mi amor, estoy segura de que hay una explicación para todo esto – mi madre me dice, intentando consolarme.

- He probado de llamarlo y no contesta – dice Cloe.

- Y no creo que lo haga – dice Nora – he encontrado esto en la entrada de la habitación. Es una nota de Marc. La ha debido dejar cuando nos hemos ido.

Me da el papel y empiezo a leerlo en busca de respuestas a lo ocurrido.

- ¿Qué dice Nini? – pregunta mi primo desde la llamada (Cloe le estaba contando lo sucedido).

No podía hablar. Leer esa carta me había dejado sin palabras, solo podía llorar.

- Dice que siente mucho todo esto, pero no se siente listo para casarse y menos aún después de haber conocido a otra chica. Dice que lo deja todo por ella y que se la lleva a las Maldivas de vacaciones – dice Nora, que en ese momento ya me había quitado la carta para leerla.

- ¿Q-qué quieres hacer? – preguntó Cloe.

No sabía que contestar, al final, el día más importante de mi vida se había convertido en el más horrible.

Mi chico británicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora