¿Me van a dejar sola? [Presente MVDH #3]

Capítulo 15: "Felicidades, papá uno"

♥(͡° ͜ʖ ͡°) 15. "Felicidades, papá uno" (͡° ͜ʖ ͡°)♥

«¿Sorpresa?»

«¿Cómo llegaste...?»

«Cumpleaaaaañoooos aaaa tiiii»

—Lo siento muchísimo —digo mientras le limpio la zona afectada con el trozo de papel higiénico que guardaba en el bolsillo—. Le juro que no fue a pro... —Cierro la boca en cuanto las ganas por expulsar comida digerida regresan.

Le enseño el índice para que me de un minuto y salgo corriendo de ahí.

Llego con las justas al inodoro más cercano, y me siento a un lado en cuanto he liberado lo último que me quedaba.

Si sigo así terminaré vomitando mis intestinos.

—Ten —dice el conde, acercándome una botella de agua—. ¿Te traigo algo?

Mi boca no se queda abierta por su amable gesto, sino porque está sin camisa y lo único que le cubre es mi mirada pegado a su torso desnudo.

Trago saliva en cuanto mis ojos le recorren los brazos tan...

Viene a mi mente un recuerdo bastante vívido que involucran esos brazos. Me sujetan de la cintura para pegarme más a su...

—¡Helado! —chillo— ¡Tráigame helado!

Con una mirada seria asiente y se retira.

Suspiro cualquier pensamiento impuro de mi sistema y bebo con ganas del líquido.

Vaya que me ha dado sed.

—Al menos ya se me quitó el sabor a malogrado de la boca —murmuro una vez termino todo el agua de la botella.

Aunque sigues con sed, ¿eh?

No.

Vaya que sí.

Que no.

Yo creo que sí.

—¡Que no!

—¿Ya no lo quieres?

—¿Ah? —Alzo la mirada hacia el conde, quien me extiende la paleta—. Sí, sí quiero. —Lo recibo y me apresuro a abrirlo.

Lo sabía.

¡No te hablo a ti!

Vaya que lo sé.

—Deberíamos ir al hospital. —Apoya la espalda en la pared.

—¿Por qué? —Me levanto de un salto— ¿Se siente mal? —Lo miro, buscando indicios de que esté enfermo.

—No lo digo por mí, aunque agradezco tu preocupación. —Me está mirando directo a los ojos.

—Bueno, yo... —balbuceo— solo estaba siendo curiosa. —Me meto a la boca el resto del helado para dejar de hablar.

—Desmayos y nauseas no son buena señal, deberían revisarte.

—Lo haré al regresar a Seattle —digo mientras lamo el palito.

—¿Por qué no lo haces aquí?

Cielos, que exquisitez.

—¿Te traigo otro?

Detengo las lamidas y sonrío.

¿De qué te acordaste?