Apenas he podido dormir, no he parado de pensar en el beso de Armin. ¿Por qué lo hizo? No tengo ni idea. Debido a la cantidad de vueltas que he dado, las vendas que me había puesto han terminado por quitarse. Literalmente, me he pegado con ellas intentado recolocarlas durante media noche pero al final me he rendido.
Todavía me duele, ¡pienso devolverles todo el dolor que me han causado! Cuando salga de aquí sacaré a mi madre de ese infierno y luego me vengaré. Y si alguien se atreve a intentar pararme lo lamentará.
La imagen de mis actuales compañeros pasan por mi cabeza. Es cierto que algunos parecen ocultar oscuros secretos como una chica rubia, Ymir, Christa y Reiner. Pero el resto han sido amables y buenos conmigo. Si mi padre se entera será el final. No puedo meterlos en problemas, no quiero que sufran por mi culpa.
De pronto el recuerdo de Eren en el baño el primer día vuelve a mi cabeza. ¡Estas loco Zeus! Cómo si mi cuerpo se riera de mí en apenas unos segundos estaba más duro que una piedra. Y mi parte trasera comenzaba a mojarse. ¡Definitivamente, estas loco!
Unos toques suaves en mi hombro me sobresaltan. Al darme la vuelta puedo ver la sonrisa radiante del rubio. Sin moverme, le examino detenidamente. No es que sea feo, sus rasgos son suaves y finos pero tampoco se podría decir que es mi chico ideal. No solo físicamente, también se debe a su personalidad. Es tranquilo e inteligente, podría llegar a verle más como mi hermano que como mi pareja.
Siempre he soñado con alguien que me amara y lo diera todo por mí. Pero también me gusta que sean rudos conmigo, quiero un "jefe" al que obedecer. Sueno cómo un verdadero psicópata, supongo que viene de familia.
Zeus: ¿Armin? ¿Qué pasa? (susurro para no despertar al resto, aunque puedo sentir una mirada vigilándonos)
La cama se hunde a mis pies y al girarme me encuentro con esos preciosos e intensos ojos de color esmeralda que hacía tiempo no veía. Mi cuerpo tiembla, ¿soy yo o ya eran así de calurosos los días?
Me maldigo mil y una veces rezando para que no se de cuenta del estado en que me encuentro. Pero no pierdo la oportunidad y bajo lentamente mi mirada llevando a cabo, obviamente, un escáner de su cuerpo. ¡No tiene para nada un mal físico! No puedo esperar para ver cómo es al final de estos 3 años de entrenamiento.
Al llegar a sus manos veo un montón de vendas y pomadas. Mis cejas se levantan y mi boca se abre de la sorpresa.
Eren: Armin me dijo que te ayudó por la noche. Creo que es necesario lavarlas y curarlas también por las mañanas
Armin: Sí, yo también lo creo
A pesar de sonar decidido puedo ver que se siente un poco incómodo. ¿Será por lo de anoche? No, más bien creo que es por la presencia de Eren. ¿No que eran mejores amigos? No puedo evitar soltar una risa, encuentro la situación realmente graciosa. Cuando voy a levantarme mi entrepierna roza con las sabanas cómo si de un aviso se tratase.
Zeus: ¿P-Podéis hacerlo mientras s-sigo tumbado?
Puedo ver de reojo que Eren tiene una sonrisa que no se descifrar. Eso me pone aún más nervioso. ¿Se habrá dado cuenta?
Armin: Claro, solo levanta un poco el torso para que podamos quitarte la camiseta
Hago lo que me pide. Mientras él está ocupado doblándola y colocándola a un lado de la cama noto cómo Eren empiezan a quitarme las vendas o lo que queda de ellas. Sus manos frías tocan mi piel en ocasiones, mi cabeza empieza a desvariar y mi cuerpo tiembla con cada roce. De pronto sus manos agarran mis pantalones, le paro agarrándole de las muñecas.
Zeus: ¡Q-Qué hac...!
Armin me tapa la boca y mira alrededor asustado.
Armin: No grites, no nos pueden pillar
Eren: Hemos cogido todo esto sin permiso
Asiento con la cabeza y la escondo en mi almohada, aún sin soltar a Eren.
Eren: ... ¿Cómo quieres que curemos esto si hay tela de por medio? (eso último lo susurra y juraría que lo he escuchado muy cerca)
Armin: No te preocupes, solo lo bajaremos un poco. ¿Sí?
Esta vez le suelto y dejo que me curen. Una vez han terminado han escondido las cosas que sobraban debajo del colchón y se han ido a sus camas. A los poco minutos se ha oído un golpe fuerte.
...: ¡Todos levántense! ¡Tienen exactamente 10 minutos para estar preparados y en formación en el campo de entrenamiento!
Se levantan todos asustados y con cara de muertos comienzan a prepararse rápidamente. Sin embargo, yo he necesitado mi tiempo. Es cierto que esta vez tengo las vendas mucho más firmes pero debido a la pomada que me han echado cada vez que estiraba un brazo me tiraba y dolía. Cuando apenas quedaban 2 minutos he tenido que ponerme las zapatillas y salir corriendo. Por estar mirando al suelo me he chocado contra algo provocando que de unos pasos hacia atrás.
Zeus: ¡Oh dios! ¿Desde cuando hay pared aqhí? (digo hablando yo solo)
Al levantar la vista veo unos ojos mirarme con preocupación y ¿enojo? Qué combinación más rara de sentimientos. No creo que sea normal, ¿o sí?
Reiner: ¿Estás bien?
Zeus: ¡Sí, estoy bien! Siento haber chocado contigo
Reiner: ...
Zeus: Mmm, bueno... Hay que ir rápido al campo de entrenamiento si no quieres que nos castiguen el primer día
Cómo no dice nada le rodeo en silencio, a tan solo dos pasos me ha frenado tomándome del brazo y girándome bruscamente hacía él.
Reiner: Las vendas se soltarán si te mueves mucho
¡Oh! Así que la mirada que he sentido esta mañana provenía de él. Por una parte me siento bien ya que se está preocupando por mí pero por otra parte aparece un leve susurro en mi cabeza gritándome que corra. Me dice que tengo que huir de él o simplemente... matarlo. Suprimo mis instintos e intento sonreír.
Zeus: ¡Entonces solo tendré que colocarlas de nuevo!
Aparto su mano lo más suave posible y salgo corriendo de allí. ¡Qué me ha pasado! Sacudo mi cabeza para quitarme esa sensación. Apenas llego a tiempo, me coloco detrás de Sasha quién me sonríe feliz.
Keith: ¡Bien gusanos! ¡Comenzaré observando sus habilidades en una pequeña prueba de supervivencia! A continuación diré los grupos, ¡enseñarme de que estáis hechos escorias!
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No puedo más (Eren Jeager) +18
Science FictionTuve una buena vida hasta ese incidente. Todo se ha perdido, me han repudiado... ¿Que he hecho mal? ¿Acaso tengo la culpa de ser así? Solo una persona a podido devolverme el calor perdido... No, él ha provocado que pierda la cabeza, ahora soy suyo...