Parte 3

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Todo esto me pasa, por andar buscando lo que no se me ha perdido. Nadie me mandó a seguirle el juego a Lena y peor aún molestarla. Debí aceptar hace mucho que me equivoqué y listo, pero no lo hice. Y Lena me lo está cobrando caro, porque ella sabe hacerlo muy bien. Porque no sólo tengo que aguantarme al imbécil de James tras de ella en CATCO, no, ahora también tengo aguantar a su maldito ex, Jack Spheer. ¿Qué todo el universo está conspirando para hacerme la vida imposible? Porque eso es lo que me parece. No debería estar aquí. No debería ninguna de las dos estar aquí, pero yo decidí seguir jugando, y ahora me toca afrontarlo. Así que aquí estoy, yendo directo a la mesa del restaurante de moda de National City, a interrumpir la cita de Lena. Porque eso fue lo que dijo Jess, cuándo pasé a LuthorCorp para poder hablar con ella.

Llegué poco después, y por desgracia no me dejaban pasar sin reservas. Vale. Lena grita a los cuatro vientos que ya no estamos juntas, y se acabaron los tratos amables con la reportera en ascenso de CATCO. Tengo que calmarme, pero esta situación me esta poniendo de los nervios, necesito volver a ser la calmada y tierna Kara Danvers, y para que eso pase, necesito solucionar todo el desastre que provoqué. Y para colmo, entre más tarde en llegar, más hablará Lena con ese. - Mi novia ya está aquí, esperándome, no iba hacer reservación, cuándo ella ya está aquí.- le digo entre dientes. - ¿Cómo se llama su novia, señorita?- dice hojeando un gran libro de reservas. - Lena Luthor.- digo firme. - Pero ella ya está con su cita, el señor Spheer.- dice y gruño al escuchar ese nombre. - Si, lo sé, por eso te estoy diciendo, déjame pasar o tendremos un problema aquí, amigo.- le digo y él me mira dudoso, antes de asentir. Suspiro aliviada, porque si se le ocurriera preguntarle a Lena, ella solo por molestarme, me negaría y no podría entrar. El chico camina por delante de mi y yo lo sigo de cerca hasta que se detiene. Él voltea hacía a mí y me indica con la mano extendida dónde está mi ex y futura novia, y con su ex. Lena está vestida para matar, en su vestido rojo, suspiro ante la hermosa vista ante mi, y sonrió embobada hacía ella. Me acerco en pasos lentos, como si levitara hacia a ella y entrando en su campo de visión. Ella me sonrió gustosa, sé cuánto le gusta que siempre vaya por ella, cómo la abeja a la miel. Tomo asiento en la silla a su lado, ignorando por completo a su acompañante. Pero Lena tenía otros planes. - ¿Recuerdas a Jack, Kara?- dice señalando al nombrado. Él sonríe amplio en mi dirección. Oh, te quitaré esa sonrisa de ganador, si continuas sonriéndole así a Lena. - Cómo no hacerlo, fue el tonto que te dejó ir, ¿no?- digo sonriéndole amplio a Lena y ella se muerde el labio, intentando ocultar una sonrisa. Volteo a ver a Jack y encuentro una mueca, bien, ya no sonreímos, excelente. - ¿Qué dice de ti, el hecho que también la dejarás ir?- me responde en tono agrio Jack. Golpeó un poco la mesa por lo que trata de insinuar, y por el ceño fruncido de Lena, sé que tampoco le gustó las implicaciones de lo que dijo. Pero decido ignorarlo, estoy aquí por y para Lena y a eso me dedicaré. - ¿Me acompañas al baño? Sabes que no me gusta hacerlo sola.- digo melosa en su dirección, y le doy una sonrisa torcida, que ella capta enseguida. - ¿Qué dices? Me gustaría refrescarme, antes de continuar con esto.- digo insistiendo. Lena aparta la vista de Jack y la dirige de nuevo a mi, y me sonríe mientras asiente. - Ya volvemos.- dice. No, eso no pasara si puedo evitarlo, pienso mientras la sigo hacía el baño.

Apenas ella entra, cierro de un puntapié la puerta detrás de mi, bloqueándola con el seguro. La jalo por sus caderas y la pegó a mi cuerpo. Su calidez se expande por todo mi cuerpo, mientras aprieto sus caderas entre mis manos. Suspiro su aroma a lavanda de su cabello, pego su trasero, a mi centro, antes de girarla entre mis brazos, haciendo que ponga sus manos sobre mis hombros, mientras acarició su espalda baja, antes de amasar sus firmes nalgas entre mis manos. Lena, gruñe y pierdes sus dedos en mis dorados cabellos, desordenándolos a su paso, lo que me hace sonreír. Me bajo un poco, tomando impulso para elevarla del suelo, apoyándome en su trasero. Lena, aprieta sus lindas piernas alrededor de mi cintura y dando una pequeña vuelta, y doy pequeños pasos hasta apoyarla sobre la puerta, lo que la hace jadear. - No me gustó verte con él.- digo sobre la piel de su cuello, dejando suaves besos por toda la piel, sintiendo como se eriza a mi paso. - A mi no me gustó que me terminarás, así que estamos a mano.- dice y aprieta mis cabellos, haciéndome alejar de su cuello, no sin antes dejar una linda marca en el. Sus ojos ya negros llenos de excitación, me miran y me llaman al encuentro y eso es lo que hago. Nuestros labios se besan, antes de que sea consciente y muerdo su labio inferior, apreciando su sabor entre los míos. Nuestro beso en ansioso, ambas sabemos que no tenemos mucho tiempo para jugar en este baño, así que vamos a por ello. Doy un último apretón a su trasero, para guiar mis manos bajo su vestido, acariciando sus muslos en el camino, Lena, jadea su aliento sobre mis labios, cuándo se separa buscando aire, y volver con más ganas sobre mi boca, que la espera con hambre. Corro a un lado sus bragas de encaje, y apenas nuestras lenguas se unen al beso de nuestras bocas, dos de mis dedos se hunden profundamente en su cálido interior. - Joder.- suelta Lena, apretando su interior dejando prisioneros mis dedos en ella. - Si, esa es la palabra correcta cariño.- digo ganando energía en mis embistes en su vagina. - Joder. Te voy a joder tan bien, que al pequeño Jack no le quedarán dudas de que no estás disponible.- le digo entre jadeos, sintiendo mi centro arder por lo bien que se siente su interior, y sentirla tan húmeda por mí, me hace latir mi clítoris en necesidad. Lena, acompaña mis movimientos con el vaivén de su pelvis, encontrándonos en la mitad del camino cada vez más rápido, cada vez llegando más profundo. Los gemidos de ambas llenando el pequeño cuarto de baño, nuestros jadeos calientes llenando el aire del lugar, nuestros cuerpos buscando más contacto del que es posible. Su humedad crece con abundancia en su cálido centro entre cada embiste, cada empuje de mis dedos tan profundo en su interior cómo puedo, Lena se aprieta a ellos, cómo si su vida dependiera de ello. Mi boca se mueve dejando besos suaves por su línea de mandíbula, recorriéndola por completo, antes de bajar a su cuello, y besar aún más la pequeña marca roja que dejé hace poco. Lena se queja, y me aleja un poco por el cabello, y me guía con ambas manos en mis mejillas, hasta su boca. Sus dientes aprietan mi labio inferior, mientras ella gruñe por las últimas embestidas de mis dedos, antes de derramarse sobre ellos, en una calidez abrumadora. Y adoro cada momento. Lena continúa bajando suave sobre mis dedos aún clavados en su interior, y sus dientes aprietan mi labio, hasta hacerlo sangrar un poco. Sonrío alejándome de ella, amando la posesividad que tenemos la una por la otra. Con dolor, saco mis dedos de su centro, y luego de acomodar su ropa interior, saco mis manos de debajo de su vestido. Guío los dedos llenos de su dulce néctar y los llevó a mi boca para saborear a mi Lena. Su esencia es el mejor sabor que ha probado mi lengua y por eso siempre quiero degustarlo. Lena traga fuerte sin perder la vista de mi boca. Y cuándo terminó de saborearla, dejo caer mis dedos y acerco mi boca a la suya, dejando se pruebe. Ambas jadeamos al hacerlo, antes de alejarnos por completo. Con mis manos en sus caderas, la sostengo hasta que queda totalmente de pie. - Vámonos.- le digo confiada en qué ahora si podremos estar juntas. - Di las palabras mágicas.- dice sonriente. Su maquillaje está algo desordenado y su piel brilla con un poco de sudor y me felicito por ser yo quién ha logrado romper la apariencia perfecta de Lena, salvo que después de un orgasmo, Lena luce aún más radiante. - ¿Por qué es tan importante? Sabes que es lo que pasa, ¿por qué no sólo seguir?- digo tentando a mi suerte. - Porque me dijiste fuerte y claro que lo nuestro se acababa, y si pudiste hacer eso, también puedes aceptar que te equivocaste.- dice girándose. Ella desbloquea la puerta y toma el pomo entre sus manos. - No quiero que vuelvas con Jack, Lena. No me hagas esto.- le digo ansiosa. - Tú solita te lo haces, y puedes terminar con esto en cualquier momento.- dice ella girándose a verme. - ¿Lo harás? Pregunta intrigada. La miro buscando algo de juego en su tono, pero ya no está ahí. Ella da un largo suspiro ante mi silencio, y sin más se va de regreso al pasillo y de vuelta con Jack. Demonios debí decir algo. Este era el momento. Pero no. Mi boca decide no funcionar precisamente ahora. Gruño mientras salgo del baño y en vez de tomar el camino de vuelta a la mesa dónde ahora Lena y Jack lucen sonrientes, me dirijo a la salida. Veo el auto de Lena sobre la calle y me apoyo sobre el a esperarla. Ella no puede tardar, ¿verdad? No va a continuar esa estúpida cena, con su estúpido ex después de lo que hicimos en el baño. Salvo que lo hace. Estuve casi dos horas en la húmeda noche de National City, esperando a que ella saliera. ¿Qué demonios podía tardar tanto entre ellos? No podría ser ningún negocio. Lena rompió todo trato con él mucho antes de venir hasta aquí, y ambos terminaron mucho antes de que eso pasara. Pero claro, solo necesitó saber que había una pequeña oportunidad, y salto de Metrópolis a National City de inmediato. Eso que venias a buscar no va a pasar amigo, palabra de Danvers.

Lena sale del restaurante con su impecable abrigo negro. Se despide de Jack en la puerta con un abrazo y la veo caminar hasta su coche, dónde me ve. Le sonrió, pero ella no me devuelve la sonrisa. Lo que me preocupa. Veo como Jack me observa serio, y yo lo miro igual. Nunca nos gustamos, no vamos a empezar a fingir ahora. - ¿Qué haces aquí?- pregunta Lena llegando hasta a mi. - Esperaba que salieras, obviamente, no pensé que te quedarías con tu dulce Jack, menos después de lo que pasó.- digo obvia. - ¿Por qué no lo haría? Me dejaste más que relajada para tener una buena conversación. La comida estuvo genial también.- dice irónica y sonriente. - No puedes estar hablando en serio.- digo con algo de recelo en mi voz. - Lo hago. Soy una mujer soltera, disfrutando de su noche.- contesta. - ¿Y qué disfrutaste más? La parte en la que te follé sobre la puerta de ese baño, o la charla con el insípido de Jack.- digo entre dientes. Sus ojos se vuelven negros ante el recuerdo. - Por supuesto la parte que te involucra. Me encantas, todo lo que haces me encanta. Siempre ha sido así, lo sabes.- contesta abriendo la puerta de su coche. - ¿Y por qué volviste con él, en vez de irte conmigo?- pregunto con molestia. - Sabes lo que quiero escuchar, y no lo dijiste, así que me fui. Y sinceramente Kara, esto ya está dejando de ser divertido. Buenas noches.- dice en tono definitivo y se monta al coche, escucho rugir el motor y luego cerrar la puerta del conductor. Me alejo de su camino y ella me da una mirada que no sé cómo interpretar, antes de arrancar, dejándome en la fría noche. Mierda. Tengo que arreglar esto. No me voy a arriesgar a que, por un orgullo tonto, pierda a la mujer de mi vida, no lo haré.



Ex's & Oh'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora