Coming Home [SenGen / StanXeno - Dr. Stone]

#006. «Wouldn't It Be Nice»

—No me gusta.— espetó un malhumorado Senku con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—Bueno, soy mayor que tú, ahora tengo que ir a la secundaria y está en dirección opuesta a la escuela, no se puede hacer nada pequeño Senku.— le dijo con resignación, era raro que el menor hiciera rabietas o berrinches puesto que siempre conseguía las cosas a base de su ingenio y capacidad de negociacion. —Tranquilo, de cualquier forma irás con tus hermanas y amigos, no estarás para nada sólo.— consoló.

—Ellos no son tú.— los ojos de Senku temblaron mientras se movía para sujetar la muñeca de Gen con sus pequeñas manos cubiertas de aceite. —Estaremos lejos y no podré verte, encontrarás a alguien más.

El peli negro lo observó con los ojos bien abiertos, razonó las palabras del menor y sonrió con ligereza. Al parecer el pequeño Senku estaba asustado por la posibilidad de ser remplazado, para Gen que era hijo único esas pequeñas acciones del adorable Senku eran realmente entrañables por lo que no pudo evitar agacharse hasta la altura del niño y apretarlo en un cálido abrazo.

-—El pequeño Senku no tiene que preocuparse, tú siempre serás mi favorito.— aseguró mientras mecía su cuerpo de lado a lado con el niño atrapado entre sus brazos. —Podrás seguir viniendo tanto como quieras y te ayudaré en lo que me pidas.

Las redondas mejillas del menor de tiñeron de un tierno color rosaceo mientras era apretado por el contrario, ahí rodeado de ese suave aroma floral y la tierna calidez del cuerpo de Gen se relajó; dejando ir su molestia por tener que compartir a su futuro esposo.

Después de todo dijo que él era su favorito.

Luego de unos pocos minutos de abrazos y mimos para Senku, Gen por fin lo dejó libre y continuaron armando el pequeño motor que el niño había estado intentando contruir.

Cuando la tarde cayó y el cielo comenzó a tornarse naranja el sonido de un coche alertó al peli negro que pronto corrió para atravesar la casa y llegar a la cochera dónde su padre acababa de dejar su auto.

—Hola pastelito.— saludó un sonrente Stanley mientras extendía sus brazos para atrapar al pre adolescente que se lanzó sobre él. —¿Te has portado bien?— le preguntó dejando besitos coloreados en las blancas mejillas de su hijo.

—¡Lo hice!— respondió Gen con emoción. —Las pequeñas Ruri y Kohaku están jugando en la sala y el pequeño Senku construyó algo genial.

—Hmmm.— Stanley hizo una pequeña mueca al escuchar el nombre de aquél pequeño ladronzuelo de hijos que al parecer no quería salir de su patio trasero. —¿Y dónde está papá?— preguntó cambiando de tema rápidamente.

—Fue a hacer las compras, no debe tardar.— contestó sonriente el menor mientras se abrazaba al fuerte brazo de su padre y lo tiraba hacia adentro de la casa. —La comida está dentro del horno, pero ya debe estar fría.

—Entonces hay que calentarla.— le dijo mientras acariciaba su suave cabello azabache.

—¡Si!~

Mientras Gen corría rumbo a la cocina Stanley saludó a las dos pequeñas rubias que jugaban sobre un sofá, palmeó sus cabecitas y caminó escaleras arriba para ir a cambiar su uniforme por ropa de casa. Cuando terminó y se dispuso a dejar el uniforme usado en el cuarto de lavando se encontró con un pequeño de siete años y ojos rojos que lo miraba con una sonrisa confiada mientras sostenía una caja llena de herramientas y lo que parecía un motor en miniatura.

—Futuro suegro.— saludó el niño ensanchando su sonrisa en una mueca burlona.

—Tch, pequeño bastardo.— respondió sintiendo la vena de su frente palpitar de enojo. —Parece que tienes demasiadas agallas mocoso cabeza de lechuga.