𝕱𝖔𝖝 𝖆𝖓𝖉 𝕯𝖚𝖓𝖌𝖊𝖔𝖓𝖘
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Herido... Moribundo...
Los había visto morir
El había sido la única esperanza...
La última línea de defensa...
El amanecer...
La salvación...
Y falló...
El Niño de La Profecía falló...
Ahora terminó en un l...
l sol brillaba con sus dorados rayos que calentaban todo a su paso, el viento que corría daba la sensación que sería un buen día.
Al menos en la superficie.
En una de las tantas calles de la cuidad se encontraba ma habitación del rubio Uzumaki, dónde la armadura roja característica del "Hombre de la Máscara" que estaba colocada dentro del Armario comenzó a vibrar ligeramente.
Un pergamino debajo de ella brilló fuertemente de un color carmesí, en una explosión de humo apareció la máscara blanca que tanto beneficiaba al Shinobi.
Las armadura roja comenzó a vibrar hasta que venció al gancho que la sostenía y cayó al suelo.
Una fina capa de energía carmesí nació de la máscara que lentamente se arrastró hasta la armadura y otro pequeño hilo continúo hasta las botas negras que estaban debajo del pergamino.
Por fuera de la habitación en las calles los civiles pudieron sentir una ligera opresión en su pecho, una pequeña dificultad para respirar.
La sensación de energía negativa había llegado hacia varias calles a la redonda.
Aunque desapareció rápidamente.
Dentro de la habitación el armario parecía haber recibido una explosión directa, la puerta estaba rota al igual que todos los lados, aunque lo más destacable era quien estaba de pie frente a el.
Un guante negro con los nudillos y la palma cubiertos de metal movió los dedos, los huesos crujieron cuando se estiró.
Habían pasado más de seis meses desde la última vez que salió por completo.
Bajo la máscara varios colmillos alargados sobresalieron cuando sonrió.
Ruidosos pasos marcaron su avanzar por el piso de madera, mismos que se detuvieron una vez estuvo frente a la caja con el logo de la Familia Hephaestus.
No había usado un arma hace tiempo....
Con sus hábiles manos los desató los broches, la gran caja fue abierta dejando ver toda la tela blanca que cubría la gran arma de Primer Nivel.
Sin cuidado quitó las telas, una vez el grisáceo metal se dejo ver sus manos fueron directamente hacia el.
(Si, yo edité el arma así que no esperen mucho).
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