"Up Down Move, Baby" | Yizhan | Finalizada

3. Epílogo

Las dos horas ya habían pasado. El concierto terminó, las actuaciones terminaron y, la tortura, también. Al fin las cámaras dejaron de grabar y todos los presentes se levantaron para marcharse. La mayoría de celebridades asistentes a la gala se quedaban hablando en pequeños grupos de conocidos. Era lo normal tras todas esas impresionantes presentaciones.

Todos comentaban tal o cual puesta en escena, engrandeciendo a sus amigos e inflando el ego en los corazones. Los presentes tenían mucho talento y no era un misterio. Sin embargo, el nombre de Wang Yibo resonaba por todas partes, desde los palcos hasta las esquinas. Estuvo increíble, por lo que tenían claro que hablarían de ello durante al menos dos meses completos.

No había persona que no quisiese conversar, aunque fuera solo un momento, con el gran protagonista de la noche. Grandes cantantes, bailarines y compositores lo buscaron por todo el espacio. Deseaban darle la enhorabuena y sonreírle por su trabajo. Sin dudas, había arrasado con el escenario, volviendo pequeñas las actuaciones anteriores y posteriores.

No obstante, por mucho que intentaran encontrarlo, había desaparecido de repente. Parecía que una nube invisible lo atrapó y lo ocultó de la vista de los demás. Era muy extraño, pero solo una persona sabía que sucedió para ese desvanecimiento repentino.

— ZiTao... — llamaron al chico que se encontraba bebiendo agua de su botella.

— Oh, hola. Me alegra verte. No sabía que venías hoy — saludó al invitado con un abrazo.

— Al final pude venir. Aunque ahora tengo que invitar a cenar a mi mujer — rio suavemente.

— ¿Cómo está ella?

— Ah, muy bien. Cada día más redonda y con cambios de humor versátiles pero muy bien. El embarazo se desarrolla perfectamente y sin ningún tipo de problema. Todos estamos muy ilusionados en casa.

— Eso es muy bueno. Seguro que vuestro hijo será hermoso como su madre.

— Muchas gracias por acordarte del padre — ambos estallaron a carcajadas.

— Y como su padre también.

— Bueno, me ha encantado verte de nuevo, amigo mío. Tengo que irme ya antes de que me mate mi esposa. Ah, por cierto. Te iba a preguntar por Yibo, ¿sabes dónde está? Quiero felicitarle por el éxito de su nueva canción.

— Esto... Yibo... pues... — el rapero no supo bien que decir. Él sabía que el castaño se había ido nada más despedirse los presentadores de los televidentes. Tenía mucha prisa, y claramente esa prisa portaba como nombre "Xiao Zhan".

Cómo toda persona en el planeta Tierra, Huang ZiTao debía ir al baño de vez y cuando. Había bebido mucha agua y, su organismo, se encargó de ella hasta desechar la que no necesitaba. Por esto, se levantó de su asiento en pleno concierto y se dirigió a la zona de camerinos.

En el trayecto, vio una figura vestida de negro entrando en el cuarto de Wang Yibo. Al principio se extrañó, así que se acercó para asegurarse de que todo iba bien. Quién sabe, a lo mejor un hater se había colado en el lugar y le liaba una buena a su amigo. No iba a quedarse de brazos cruzados y, por ello, se aproximó hasta pegar su oreja a la puerta. Si oía algo fuera de lo común, llamaría a seguridad sin tardar un segundo.

No obstante, solo al notar la suave y conocida voz del infiltrado, todos sus temores le abandonaron. Sus comisuras se elevaron formando una sonrisa graciosa y prefirió marcharse de allí enseguida. Una cosa era vigilar que Yibo estuviera bien y, otra, escuchar algo que estaba seguro que escucharía. Al menos, ser una de las pocas personas que conocían la relación entre ese par le hacía conocedor de cuándo caminar hacia el lado contrario a tiempo.