Renge sigue en Japón en el Ouran ahora de administradora del Host Club, los chicos la aceptaron, aún después de todas las molestias que les causó,pero, una visita inesperada pondrá a los chicos y chica del Host muy alerta, una persona tan misteriosa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de eso vio como su madre subía las escaleras seguida de su pequeña hija que la seguía muy emocionada, ella las seguía con paso tranquilo mientras observaba otros cambios en la casa, como algunas paredes, eran de un lindo color naranja claro, pero ella recordaba que eran color crema, también vio unas fotos que no podía recordar haber visto antes, sin embargo decidió que tal vez solo era su imaginación, sin embargo en cuanto entró a su cuarto se dio cuenta de un cambio muy drástico, su cuarto estaba pintado en su totalidad de muchas variedades de azul, cosa que no era posible pues si habitación había sido de un color lila combinado con blanco, pero otra cosa la saco de sus divagaciones sobre el cambio de color, era un barco de juguete que le era extrañamente familiar, pero no pudo recordar de dónde se intentó acercar ignorando totalmente a su madre y a su versión más joven, per justo cuando estaba por tomarlo para darle un vistazo más de cerca todo el lugar se desvaneció en un segundo.
Esa fue la última escena que Akiro pudo ver de ese momento antes de que el escenario cambiará sin previo aviso, ahora se encontraba en un barco, era un barco grande, pero al igual que con la casa tenía ciertas diferencias las cuales eran poco relevantes, por lo que simplemente lo ignoro y decidió que encontraría a sus padres, lo cual en realidad no le costó mucho tiempo.
Akiro pequeña- ¡Mami, mami! Mira que bonito es el mar- el rostro de la niña se iluminó totalmente al contemplar el mar, era tanta su emoción que incluso había dejado de parpadear con tal de no perderse ningún detalle.
Los padres de Akiro solo rieron por lo graciosa que se vía su pequeña niña.
Por otro lado Akiro solo podía ver todo lo que pasaba a su alrededor mientras sentía impotencia por no poder salvarlos, como si estuviera destinada a ver ese maldito recuerdo una y otra vez sin poder hacer nada, ella estaba tan metida en sus pensamientos pesimistas y molestos que se sobre salto cuando se dio cuenta que su padre la estaba mirando fijamente a los ojos, por un momento se paralizó sin saber cómo reaccionar a esos ojos que parecían juzgarla, pero enseguida recibió una sonrisa cargada de amor de parte de su padre.
En ese momento olvidó todo a su alrededor mientras tomaba impulso para poder darle un abrazo a su padre, pero justo cuando ya iba lograr su cometido todo se esfumó como pétalos en el aire, sus padres ya no estaban, el paisaje también se desvaneció y ahora solo era un lograr totalmente oscuro, lo único que se había quedado en el lugar había sido la versión más joven de si misma, la cual tenía una mirada que no podía comprender del todo, su mirada estaba fijamente en su persona y eso la empezó a incomodar después de un par de minutos donde la pequeña solo se dedicó a mirarla, como si estuviera meditando sus palabras.
Pero tuvieron que pasar otros tortuosos 10 minutos donde ninguna de las partes hablaba y si bien Akiro tenía unas inmensas ganas de decirle a la niña que parará de mirarla no tuvo el valor de decir eso en voz alta, mientras que la niña por primera vez se atrevió a dirigirle la palabra.
Akiro p.- ¿Por qué no hiciste nada?- la pregunta de la niña venía acompaña de una voz que demostraba irá y dolor pero de alguna manera, también arrepentimiento.
