Renge sigue en Japón en el Ouran ahora de administradora del Host Club, los chicos la aceptaron, aún después de todas las molestias que les causó,pero, una visita inesperada pondrá a los chicos y chica del Host muy alerta, una persona tan misteriosa...
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Después de esa conversación ambos tomaron rumbos diferentes para poder irse, pues Kyouya tenía sus cosas en el Host Club, mientras que las de Akiro aún se encontraban en su salón.
Mientras Akiro caminaba a dónde se suponía que estaba el auto que siempre lo esperaba checaba que días podría ir a su departamento en la semana sin que su prima notará su ausencia, pero para su fortuna (o desgracia) en lo que revisaba su agenda le llegó un mensaje de Renge, dónde le decía que le había surgido algo, por lo que no estaría en casa todo el día, aparte de que ella tendría que irse caminando o pedir un taxi para llegar a casa, por lo qué aprovechando está situación, decidió irse caminado a su departamento para familiarizarse con el camino y saber llegar sin problemas.
Después de poco más de una hora por fin llegó a su departamento, en cuanto entro vio a la recepcionista.
Akiro - Buenas tardes, Yuki - saludo a la joven con una sonrisa mientras se dirija a el elevador.
Yuki - Buenas tardes, Joven Harada - le devolvió el saludo mientras hacia una leve reverencia.
Akiro acepto el saludo mientras se subía al elevador, dónde pulso el botón al último piso, una vez entro a su departamento prendió las luces de la entrada y Malfoy salió a recibirlo emocionado.
Akiro - Ay, hola Malfoy, cómo estás - le hablo al gato mientras lo recogía del suelo - ¿Me extrañaste? Por qué yo sí - le dijo mientras le rascaba la cabecita y luego restregaba su cara con la del gato con delicadeza - Anda ven, vamos a darte algo de comer - lo bajo y comenzó a caminar a la cocina.
Saco una lata de atún y se la sirvió en su traste de comida, después de eso fue a su cuarto a cambiarse de ropa, ya luego organizo un poco todo y jugo con Malfoy.
Así paso un par de horas, disfrutando de la tranquilidad de hacer lo que quería cuando quería (o cuando se acordaba) en vez de cuando alguien se lo ordenaba.
Sin embargo, lamentablemente ella sabía que esto no duraría para siempre y al final tendría que regresar a sus responsabilidades en la casa de Renge, la idea en este momento no le agradaba ni un poco, bien dicen que después de probar la buena vida no la querrás soltar y para Akiro, que justamente estaba disfrutando de paz y tranquila, no le agrada tener que renunciar a esto.
Por lo que para despejar un poco su cabeza mejor se puso a hacer un horario de cuántos días a la semana vendría, primero pensó que era buena idea seguir un patrón, pero luego de pensar que sería cuestionado al desaparecer solo ciertos días, decidió que no queria eso, por lo que al final decidió que serían días aleatorios.
Después de terminar eso se quedó un rato recostado en su escritorio disfrutando de la tranquilidad, asta que entro Malfoy a el cuarto y enseguida se subió a el escritorio, lo que obligó a Akiro a levantarse de la superficie.
Akiro - Ay, hola Malfoy, parece que quieres que te mime otra vez - le dijo al minino mientras lo acariciaba, a lo que el gato solo ronroneaba muy agusto y se restregaba más en su nuevo humano - Mmm, no me gusta dejarte solo, me encantaría poder llevarte a dónde vivo, pero tengo miedo de lo que Renge te podría hacer - le hablo un poco triste, por qué ella amaba a los animales, pero su prima era muy descuidada o imprudente y ella no quería que nada le pasará al gato.
