Un domingo triste

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No quiero escribir sobre tristeza ,
pero es que ella me está abrazando y hace tiempo que no encontraba unos brazos tan cálidos.
Me sujetan unos hilos ,
que quiero cortar.
Son tan finos ,
pero se clavan en mí como mil agujas.
Lanzo puñetazos al cielo.
¿DÓNDE QUEDA TODA MI RABIA?
Me siento una inútil,
estando sentada sin hacer nada.
La razón se me nubla y no puedo encontrar la calma.
Pierdo los estribos ,
grito sin ton ni son ,
sin ningún motivo.
Acumuló cargas de otros.
Me cuesta respirar.
No creo que quede oxígeno para mí en una atmósfera tan contaminada.
Bebo dolor pero no puedo evitar escupirlo.
Me atraganto con lágrimas que jamás saldrán a la luz.
No sé llorar porque ya brotaron demasiados mares de mí por dentro.
Inundando cada centímetro de mi corazón mientras que por fuera cada vez se secaba más mi desierto.
Defiendo a mi esperanza con escudos de papel que se rajan al primer espadazo.
Me siento débil cuando el coraje de apodera de mí.
Ni siquiera me gusta este escrito.
¿Qué puedo hacer para vendar mis heridas?
¿Qué puedo hacer para no desgarrarme?
¿Qué puedo hacer para no tener que sacar mis garras?

Cachos de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora