𝐖𝐚𝐥𝐤 𝐀𝐫𝐨𝐮𝐧𝐝 | 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐋𝐢𝐱

❛ 𝗦𝗲𝗰𝗼𝗻𝗱 ☘︎

Luego de un no tan cargado almuerzo, Chan se dispuso a cambiarse su pijama por una ropa un poco más descente. Buscó en su clóset, un pantalón negro con leves rajaduras, y una camisa blanca.

Se lo colocó todo, dejando dos botones de la camisa abiertos. Como aún no se había peinado, se acercó al espejo con su cepillo en manos, arreglando el nido de pájaros que se había creado en su cabellera castaña.

Colocó un pendiente en forma de cruz, que se unía también con la parte superior en su oreja y finalmente caminó hacia la salida de su apartamento.

Pero como siempre le pasa algo mal, recordó que no se había lavado los dientes luego de almorzar, por lo que se quitó el único zapato que se había puesto para volver al baño de su apartamento.

Con sus audífonos en sus oídos y con música a todo volumen, sus gafas inútiles en sus ojos, y su cabello a lo diva listo, pudo salir de su casa, finalmente. Comenzó a caminar, intentando marcar el ritmo de la canción que reproducía su celular, mientras silbaba con estusiasmo.

Veía las parejas ir de la mano o besarse, mientras que otros se estaban confesando de forma muy romántica. Sonrió al ver como un grupo de amigos, empujaban a uno de los chicos para que hablara con la que parecía ser la chica que le gustaba.

Recordaba a su grupo de amigos de allá de Australia. Una vez le hicieron lo mismo, empujándolo hacia el chico que le gustaba en aquel momento, bueno, SeungMin fue su primer amor, que al final se convirtió en uno de sus mejores amigos. Pues sí... Estuvo en la friendzone durante casi toda la secundaria.

Desde que llegó a Japón, no había tenido ni una sola pareja, siquiera se había sentido atraído hacia alguien. No quería terminar solo y con 40 gatos, por más tentadora que fuera la vida con tantos felinos. Siempre se animaba, diciéndose que era joven, y que aún tenía esperanzas de poder conseguir una pareja... Pero... ¿A quién engañaba? Parecía no gustarle a nadie, era como si no llamara la atención.

Suspiró por décima vez en ese día, notando que había llegado a un nidito de amor. Un parque lleno de hermosos árboles de cerezo. Las hojas rosas iban cayendo lentamente, yéndose volando cada vez que un viento repentino aparecía. En cada centímetro de ese lugar habían parejas y familias; haciendo picnics, besándose o simplemente hablando.

Apagó sus audífonos, dispuesto a escuchar todo de forma natural. Japón era un país tranquilo, las personas siempre mantenían un volumen agradable para no molestar a otros. Por lo que a pesar de estar lleno de personas, aún se podían escuchar los cantos de las aves y el ruido que hacía el río que estaba cerca.

Todo era tranquilidad, hasta que un grito repentino a sus espaldas le hizo girarse━ ¡CUIDADO! ━no sabía que le sorprendía más, si que un chico haya gritado eso en inglés, o que un enorme Akita Inu corría directamente hacia él.

El perro saltó encima suyo, haciéndolo caer al piso, soltó un quejido de dolor, pero aprovechó para agarrar la correa. Lo que menos se esperaba en ese momento, era que el perro comenzara a lamerle la cara, y eso fue lo que ocurrió, por lo que no pudo evitar soltar algunas risas mientras se lo intentaba sacar de encima. Siempre había sido team Miau, pero el team Guau a veces le tentaba.