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El Instituto Hyosan era la descripción de "Escuela Perfecta" o esa era lo que querían aparentar, dentro de la escuela se escondían secretos que podían acabar con está reputación en tan solo segundos.
— Lo vieron, su apestoso olor me hace querer salir corriendo — rodando los ojos no dejé de quejarme
— Jin-Ae puedes ir a tirar la basura — Ji-Min era una lista, quería evadir mis burlas hacía ese ser y por eso buscaba sacarme de aquí
— No pienso sacar eso ¡iugh! — mirándonos fijamente a los ojos y dejando atrás mi tarea de limpiar la pizarra ya tenía en mente lo que vendría
— ¡Piedra, papel o tijera! — con mi puño totalmente cerrado creí que la victoria sería para mí, pero al ver su mano totalmente estirada solté un fuerte bufido
— ¡Hiciste trampa!
— Esto fue algo limpio, ahora ve a sacar la basura Min Jin-Ae — sin más remedio tome la bolsa de basura
Odiaba los días de limpieza, no es la primera vez que intentó salvarme de ellos pero parece que me quedé sin ideas. La semana pasada fingí tener una emergencia por mi período y el mes pasado fue por fingir que tener que ir al veterinario con mi perrito, lo gracioso es que no tengo pero ellos lo creyeron.
Caminando por patio y viendo a todos haciendo sus tareas en grupos mientras reían y disfrutaban hacer estas tareas, no podía pasar por desapercibida mi cara de asco total, esto de tirar papeles de mocos ajenos no me gustaba.
— Hola Isak, hola Onjo — hice una pequeña reverencia al verlas recoger algunas escobas
— ¿Jin-Ae qué haces aquí? — lo sé, hasta para ellas era sorpréndete verme aquí
— Me obligaron a traer la basura
Los gritos de más personas acercándose me pusieron alerta, no por favor que no sea él.
— ¡Pudiste hacerlo mejor!
— Adiós — fue lo último que escuché de las dos chicas que estaban conmigo y ahora corrían en dirección contraria
Esto no puede ser real.
— Toma eso — no estaba preparada para que el peso de una persona cero civilizada fuera contra mí y es que su empujón me tomó totalmente por sorpresa que terminé en el suelo
— ¡Oye! — le grité para que notará mi enojo
— Lo siento Jin-Ae pero estabas ahí parada como estatua con una bolsa de basura, seguro esperabas por mí — lo odiaba, no es broma él era mi dolor de cabeza
Podía ver como Suhyeok y Cheong-san aguantaban sus ganas de reírse y eso me hizo enojar más, ellos ni siquiera me ayudaron a levantarme, yo lo hice por mi cuenta.
