What if? // On-jo x Cheong-san (ALL OF US ARE DEAD)

Capítulo 1

"¡No... Cheong-san!" 

On-jo saltó hacia arriba de su cama mientras jadeaba pesadamente. Era la misma vieja pesadilla. Soñaba que su padre y sus amigos le decían que se fuera después de que los zombis la mordieran, todos los días, sin fallar. 

Se cepilló el cabello que cubría su rostro después de darse cuenta de que todo estaba solo en su mente. Se acostó en su cama de nuevo mientras miraba al techo, dejando que su mente divagara un poco. 

Su mano inconscientemente tomó la etiqueta con el nombre de Cheong-san cerca de su mesita de noche y la colocó cerca de su corazón mientras sus ojos aún miraban hacia arriba. La tela hizo que su corazón sintiera calor y dolor. Le hizo recordar todas las cosas que sucedieron hace 5 meses: su papá, I-sak y sus otros amigos. 

Especialmente, Cheong-san. 

Ella lo extrañaba tanto.

Una lágrima logró escapar de su ojo izquierdo. 

Cerró los ojos para evitar que las lágrimas que se acumulaban volvieran a fluir. 

Poco después, se sintió somnolienta. Los latidos de su corazón se ralentizaron cuando cayó en un sueño profundo.

Llegó la mañana. 

La luz del sol que golpeó los ojos de On-jo la despertó. Su mente estaba en blanco, y su cuerpo se sentía lento por todas partes. 

Tardó unos 5 minutos en darse cuenta de que no estaba en las instalaciones en las que estaba en cuarentena. Estaba en su antiguo dormitorio. 

Las paredes pintadas de color crema estaban adornadas con fotografías polaroid de ella e I-sak. Una mesa de estudio de abedul con un espejo de tocador se colocó en su lado derecho, todos sus cuadernos y lápices desorganizados. La ropa estaba esparcida por todo el suelo. 

Era su habitación, de hecho, pero se suponía que no debía estar allí. 

'Tal vez todo esto fue un sueño.'

On-jo pellizcó y abofeteó sus mejillas para comprobar si estaba soñando de nuevo. 

Por el contrario, sintió dolor cuando su mano entró en contacto con sus mejillas. Todavía sin estar segura, se acercó a su espejo de tocador. Su cabello estaba desordenado y sus mejillas estaban hinchadas por las recientes bofetadas y pellizcos. Todavía no puede asimilar lo que estaba pasando. 

'¿Viaje en el tiempo?' 

On-jo se sentó en su cama y se rió de lo que pensaba. Ella no estaba en una especie de película de fantasía para poder viajar en el tiempo. 

Entonces, ¿soñó todo el tiempo? no puede ser.

Todos los recuerdos y sentimientos que sentía eran tan reales que tal cosa simplemente no podía suceder. Se perdió en sus pensamientos por un momento hasta que una voz resonó fuera de su habitación. 

"¡On-jo, levántate! ¡Es hora de ir a la escuela!"

Ella tembló. 

Ella estaba segura de eso. Era la voz de su padre. 

Los recuerdos de su padre sacrificándose para salvar al grupo se repitieron en su mente. Incluso con su aspecto impresentable, salió. 

Vio a su papá que estaba cocinando y corrió para envolverlo en un abrazo. 

"¡Papá!" ella lloró. 

Su padre se sorprendió por el repentino contacto. Se dio la vuelta para sermonearla, pero se suavizó cuando la vio llorar hasta que no quedó ni una sola gota. 

"¿Por qué estás llorando?" preguntó mientras le daba palmaditas en la espalda. 

"¡Tú... tú... moriste!" ella resopló, "¡Te encerraste con los zombis y te mordieron!" 

Él secó sus lágrimas, "Debes haber tenido una pesadilla. Toma una ducha, vístete y luego hablemos de eso, ¿de acuerdo?" 

On-jo asintió y volvió a su habitación.

Su papá se quedó en la cocina pensando en lo que acababa de pasar. 

Nunca tuvo una pesadilla hasta el punto de hacer eso. Se rió cuando recordó su charla sobre zombis. Realmente fue solo una pesadilla. 

Rápidamente se duchó y se cambió a su uniforme. Cuando salió, los platos estaban cuidadosamente colocados sobre la mesa. Se sentó con los ojos aún rojos por el llanto.

"¡Comamos!" 

On-jo le dio un mordisco a su comida en silencio y terminó de comer. 

Su papá la miró y estaba confundido por el repentino cambio de humor. "¿No vas a contar la historia?" 

'No me creerás si lo hago,' respondió ella dentro de su cabeza. 

"No importa", dejó de comer y cambió de tema, "Papá, ¿te sientes bien?"

"Sí?" 

Ella colocó algunas guarniciones en su tazón de arroz, "Estás adelgazando. Come más, por favor". 

"No te preocupes por mí. Concéntrate en tu comida", todavía estaba confundido por sus extrañas acciones, pero trató de ignorarla. 

El timbre sonó. 

Dejó de comer por segunda vez, tomó su bolso y se fue hacia la puerta. 

Sabía que era Cheong-san, y ella se moría por verlo. 

"¡Papá! ¡Me iré ahora!" 

Su papá estaba a punto de hablar pero ella se fue. 

Cheong-san se sorprendió cuando On-jo cerró la puerta de golpe. Estaba a punto de burlarse de ella como siempre lo hace, pero cambió de opinión cuando la vio. Ella estaba llorando.

"¿Por qué lloras?" preguntó en pánico mientras se acercaba a ella. 

Se secó las lágrimas y lo miró fijamente mientras sollozaba: "Estás vivo". 

"¡P-por supuesto que lo estoy!" dijo mientras aún se preocupaba de por qué ella estaba llorando, "¿Pasó algo?" 

Antes de que pudiera hablar, ella tiró de él para abrazarlo. Ella había estado esperando esto durante meses. 

Las mejillas y las orejas de Cheong-san se enrojecieron por el repentino contacto. Quería liberarse por temor a que ella pudiera escuchar los fuertes latidos de su corazón, pero no puede. Por mucho que quisiera negarlo, le gustaba. Y parecía que lo necesitaba mucho. 

On-jo se liberó después de unos minutos. Se secó los ojos y le sonrió, "Te extrañé".

No importa si eso era solo un sueño. Ella los va a salvar.