1938
Hoy era sus cumpleaños número 57, otro año solo. Su hermano no quería verlo ni en pintura. Su hermanita, tanto como sus padres estaban muertos, y los profesores estaban trabajando, no podían detenerse por el gran Albus Dumbledore. Sin embargo, su corazón no anhelaba estar con sus padres o sus hermanos, ni mucho menos con los profesores de Hogwarts. El deseaba algo más. Ese algo más, no era más ni menos que el que creyó que era el amor de su vida, Gellert Grindelwald. A la corta edad de 17 años, el había caído profundamente enamorado de su vecino. Estaba tan cegado de amor que no midió sus acciones, provocando una pelea que traería la muerte de Ariana, y una gran culpa para Albus. Aveces se arrepentía de caer en sus brazos tan rápidamente ¿Pero quién podía culparlo? Era tan solo un adolescente, enamorado de una persona que compartía sus mismas metas, alguien en el que se sintió confiando de amar libremente. Su cerebro le repetía constantemente que lo olvidará, que borrara de su mente su rostro, sus fríos dedos sobre su piel, o el adictivo sabor de sus labios. Pero era tan complicado, era una tortura.
Negó otra vez, y cerró sus ojos. Coloco su dedos sobre su cien, masajeando de forma lenta. Solo en su despacho, se tomó el tiempo de accionar un pastel de calabaza. Una vela decoraba el pequeño pastel. Respiro profundamente, sintió un fuerte dolor en el pecho...aún dolía, como si hubiese sido ayer. A pesar de la muerte de sus familiares, o de la distancia que mantenía con su hermano, nada dolía más que su amor reprimido durante más de cuatro décadas. Dolía, Dolía tanto que aveces era difícil levantarse de la cama. Pero tenía un trabajo, tenía que trabajar en si mismo, en cambiar aquel egoísmo que lo cegó durante años.Prendió la vela con un hechizo simple, y miro como se consumía lentamente la cera. La habitación apenas alumbrada por la lúgubre luz de la vela, dejando ver al hombre de ojos cansados. Lo extrañaba demasiado, quería volver aquella época y disfrutar más del tiempo que tuvieron. Por fortuna, según el hombre, aún recordaba su presencia. Aún recordaba la confianza que el le transmitía, aquel aura fría y oscura que irradiaba por dónde fuera. Creía que ya se estaba volviendo loco, juraba que sentía su olor fresco cuando más lo necesitaba. Estaba más que loco.
Soplo la vela, abandonado la sensación calida que le transmitía, dejando un humo que se esparció rápidamente. Miro está con tristeza, el sentimiento del vacío seguía instalado en su corazón. Se sentía muy solo. Se levantó de su escritorio, y camino hasta la puerta de su despacho. Giro el cerrojo, comenzando una caminata por los amplios pasillos de Hogwarts. Rogaba que nadie lo encontrará merodeando por ahí. Bajo unas cuantas escaleras, cerca de la biblioteca, giro por unos pasillos y llegó hasta su pequeño secreto. Abrió la puerta de roble oscuro y dio paso a una habitación húmeda, la cual no contenía nada, más que un gran viejo espejo. El hombre se paró delante de él, tirando de su polvorienta manta, la cual cubría el espejo de los ojos de cualquier intruso. Libero algo de polvo, aunque no fue un impedimento para Albus abrir los ojos en grande. El espejo de oesed, que te muestra lo que más anhelas. Sus oceánicos ojos se llenaron de lágrimas, y lo vio. Tan solo con 17 años, junto al que creía que era su alma gemela, cometiendo el más grande error de su vida. Se podía ver a ambos jóvenes, sus manos con un corte superficial, liberando algo de sangre. Entrelazando sus dedos lentamente, mientras su sangre se vuelve una, haciendo un pacto de sangre. Dumbledore se miro a si mismo mediante el espejo, como sus ojos brillaban por amor y su pulso acelerado. Luego miro a Gellert. El tenía una mirada opaca, apenas se podía ver vida en ellos. De sus ojos brotaron lágrimas. Sabía que pronto Voldemort iría por el, sabía que pronto moriría. Pero tenía aún más en claro que el también lo amo, lo amo tanto como para no delatar en un futuro próximo. Su amor iba a ser infinito, sabía que su amor superaría las barreras de la muerte y la vida, como para reencontrarse en otra vida. Y ahí cayó en cuenta, no importa cuánto tiempo pase delante de ese maldito espejo, no importaría con cuánta intensidad deseara volver a verlo, no importaba su amor y deseo por el, nunca volvería a encontrar amor en sus brazos, nunca volvería a ser lo de antes. Porque ahora sabía lo que tanto estuvo buscando. El espejo solo lo volverá más loco de lo que está. Teniendo en cuenta que nunca volverá a ser tan feliz como lo fue en aquel entonces, ahora tan solo le queda disfruta lo que queda de su miserable vida. Ya que pronto llegaría aquel muchachito que los salvaría a todos, muy pronto._________________________
No suelo escribir cosas tan cortas, pero realmente me emociona hacer esto !!
Espero que lo hayan disfrutado, tanto como yo disfrute escribirlo. Les pido porfavor que apoyen mí trabajo, así pueden hacer que muchas personas conozcan este fic, y puedan disfrútalo.
Vota y comenta ♥️- By; Wearelovers_
¿Que quieren leer la próxima? 🌼
ESTÁS LEYENDO
𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐃𝐮𝐦𝐛𝐥𝐞𝐝𝐨𝐫𝐞 || Grindeldore ✓
Fanfiction𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐃𝐮𝐦𝐛𝐥𝐞𝐝𝐨𝐫𝐞 || Dumbledore a retenido sus sentimientos durante tantos años, que las lágrimas no son suficientes cuando sus ojos se reflejan en el espejo de oesed. Sabía que era una mala persona, que no merecía su cor...