(♡) -Siempre juntos- (Especial de San Valentín)

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-Abrid el sobre luego de vuestra primera gran pelea-

—Gustacio. Corto triste/romántico, basado en una historia que no recuerdo el nombre—

Feliz San Valentín ♡ (un día atrasado porque me olvidé de subirlo aquí).

Espero lo disfrutéis -w-

Gustabo y Horacio, luego de toda una vida juntos y de varios años de relación, se casaron, sabiendo que, después de todo lo que enfrentaron en compañía del otro, ya nada los separaría. La boda había sido maravillosa, con flores de girasol decorando el altar, todos sus amigos presentes y también tuvieron una larga fiesta en una hermosa noche de primavera.

Segismundo, el padrino de matrimonio, les obsequió una carta que en el dorso decía "abrid el sobre luego de vuestra primera gran pelea". La guardaron en un cajón del armario y, con el paso del tiempo, se olvidaron de ella.

Los primeros años de casados no cambiaron mucho en cuanto a su relación, pues como vivieron siempre juntos, tanto en callejones como en los mayores lujos, se conocían tanto que sabían que no había motivos para discutir por una u otra cosa. Eso sí, a veces se enojaban y peleaban por unos minutos, pero luego se les pasaba y todo volvía a la normalidad.

Una vez, el rubio se encontraba mal de la cabeza, por lo que sólo el menor había ido a trabajar. Cuando se hizo de noche, Gustabo decidió esperarlo despierto ya que supuestamente el turno de su esposo terminaba pronto, mas no fue hasta la madrugada que escuchó el coche estacionándose en la entrada de la casa. Con la cabeza llena de todos los escenarios imaginarios posibles, agregando que no le había contestado el móvil en todo este tiempo, decidió enfrentarlo. Lo vio con el cabello despeinado y el uniforme desarreglado. Entre el enojo y las explicaciones del contrario que le parecían poco creíbles, y luego de una larga pelea, el de ojos azules echó de la casa a Horacio, para así llorar desconsoladamente en la cama que solían compartir.

Al otro día, aún enfadado, comienza a guardar toda la ropa de su pareja en una maleta grande para hacerle saber que no quería vivir más con él. Revisando en cada mueble, se topa con el cajón donde se encontraba aquella carta que hace años Segismundo le regaló en su boda.

"Abrid el sobre luego de vuestra primera gran pelea", leyó y releyó, aunque lo que realmente quería era romperlo en pedacitos.

Luego de pensarlo un momento, decide abrirlo. Habían dos fotos y una carta, la primera era de cuando eran pequeños, que una fotógrafa callejera les obsequió, tendrían como unos ocho y siete años, y la segunda era de cuando Gustabo le propuso matrimonio al moreno. Aquellos ojos color cielo se cristalizaron, y una lágrima bajó por su mejilla. La carta, sorpresivamente, no era de parte de su mejor amigo, sino de Horacio, una carta que ya leyó en su momento.

"Querido Gustabo:

Tú sabes que no soy muy bueno demostrando lo que siento porque me pongo a llorar antes, por eso te escribo esto. Llevamos ya un año como novios formalmente, pero toda una vida siendo compañeros, mejores amigos, confidentes, hermanos y demás. Eres absolutamente todo para mí, y te debo mucho, no sabes cuánto, por salvarme aquella noche que nos conocimos, porque sino ya estaría muerto. Sé que estamos acostumbrados a ser parte de la vida del otro, pero ojalá que esto siga así hasta el final de nuestros días, porque realmente no sabría qué sería de mí sin ti.

Te amo como no tienes idea, y estoy seguro de que nada podrá contra nosotros. Como tú siempre dices, somos los dos contra el mundo, y al mundo nos lo comemos.

Y, por sobre todo, siempre estaremos juntos. Siempre juntos.

Firmado: Horacio".

El río de agua salada que caía por sus ojos era incomparable a cualquier otra vez que hubiese llorado. La ceguera temporal que la ira causó se había esfumado finalmente, y podía ver todo con mayor claridad. Muchos recuerdos volvieron a su mente, y se dio cuenta de que no valía la pena echar todo por la borda por un pequeño percance.

Luego de desahogarse llamó al menor para hablar en su casa. Escuchó su versión de la historia, ya calmado, y lo perdonó, pues tenía sentido y estaba lejos de ser una infidelidad. Se reconciliaron, se disculparon y se siguieron amando por mucho tiempo más, cumpliendo la promesa que se hicieron en el altar: "siempre juntos, hasta que la muerte nos separe".

🔞One-shots de Spain e Infames RP🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora