El amor es la maldición más hermosa y retorcida de todas.
Por supuesto que lo era.
Por amor se hacían locuras y también maravillas.
Viktor lo sabía. Lo sabía tan bien que daba risa, era como burlarse de lo más estúpido que pudiera existir.
El maquillaje está vez no le funcionaria para ocultar el moretón que tenía en el ojo.
Se veía bastante feo, bueno siempre lo era desde que Yuuri jugaba con su cuerpo.
Soltó un suspiro, tendría que usar lentes de sol para que nadie lo viera.
Sus ojos bajaron a su manos las cuales tenía curitas en todos los dedos, a Yuuri le gustaba morder sus dedos.
Podría ser un tanto erótico y caliente pero dejaba de ser lo cuando la sangre y el dolor se hacían presentes.
Está llegando a un punto en el que ya no podía con el.
Ya no podía más.
Se sentía cansado.
Se sentía tan triste.
Se sentía tan asqueroso de lo que era su cuerpo y todo de el.
¿Cómo es que todo eso lo estaba afectando demasiado?
—¿No crees que esto está llegando un poco lejos?— la voz de Otabek era fría y sería.
Lo era mucho más de la costumbre.
El no dijo nada, miraba sus manos las cuales descansaban en sus piernas.
—Aún no— respondió como si nada.
Otabek paso su mano derecha por su propio cabello soltando un suspiro. La situación con su cuñado estaba siendo frustrante, no podía evitar molestarse con él por ser tan necio, ¿Porque no entendía que lo que estaba viviendo en su matrimonio estaba mal?.
Tampoco podía decirle a su esposo lo que estaba pasando entre su hermano y su mejor amigo, ya que si lo sabía armaría un gran escándalo y le echaria en cara el porque no le había dicho nada antes si el lo sabía.La situación en la también estaba involucrado lo tenía cansado.
—Viktor, no soy el único que está preocupado por ti. Los demás también lo están — quitó su mano de su cuello para sentarse en el sillón de en frente y ver lo directamente.
—Lo sé — susurro.
—¿Haz pensado en lo que tu hermano haría si se llega a enterar de todo lo que pasa en tu matrimonio?— pregunta.
Viktor no responde.
—No debe porque enterarse— se encoge de hombros.
Otabek soltó un suspiro cansado, en verdad que Viktor era un completo idiota al seguir aferrándose a algo que lo dañaba, y él también era un idiota por callar todo lo que sabía.
Salió de sus pensamientos para mirarse un poco más en el espejo, no pudo evitar sonreír con ironía para después colocar sus manos en su cuello.
—Oh querido Viktor Nikiforov— comenzó a hablar con su reflejo en el espejo mientras la sonrisa en su rostro no desaparecía —. ¡NO!, Viktor Natsuki eres la persona más estúpida de todas en la tierra, ¿Porque te sigues dañando así?.
Las lágrimas que no quería que escaparan de su debilidad finalmente hicieron acto de presencia mientras se comenzaba a ahorcar, aunque sabía que la presión que el mismo se había no serviría de nada puesto que su adrenalina de supervivencia no lo dejaría matarse, no aún.
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MASOQUISTA
FanfictionEl era su omega, el era suyo y de nadie más. -¿Que más quieres para saber que te amo?- habló el alfa sosteniéndolo de la mano bruscamente. - No quiero más de tu amor, no cuando duele- respondió el omega con lágrimas en los ojos.