Prologo

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-¿Que es esto, Johnny?

Frente a el, su esposo, con quien llevaba cinco años casado, se limito a suspirar de forma cansina, sin alejar el sobre que le tendía sobre la mesa.

Paul le miraba, confundido, sin tomar el sobre. ¿Acaso John se le había adelantado?

¡Si se suponía que el tema de la adopción seria una sorpresa!

-Paul, solo léelo- Dijo John con su voz suave.

Arrugo el ceño levemente, decepcionado un tanto de que John lo hubiera llamado por su nombre y no por dulces sobrenombres que a veces le decía y no usaba desde hace meses. Paul sabia que las cosas no estaban bien, no era idiota, llevaban peleando desde hace seis meses por cualquier estupidez, además de que no habían hecho el amor desde hace dos, y eso lo estaba asustando demasiado.

Porque, por mucho que peleara con John, Paul lo seguía amando, así como sabia que John lo amaba. Unas peleas eran normal en una relacion de pareja, ¿no es así?

Aunque claro, pelear cada día hasta porque no había papel higiénico en el baño no era normal.

Sus manos picaron mientras sostuvo el sobre.

Sumando al tema de las peleas y de que no se habían tocado de forma carnal, estaba la frialdad, el vacío, la indiferencia. Como John trabajaba en su oficina como Abogado y Paul era pediatra, apenas tenían tiempo para verse o salir juntos, para tener tiempo a solas.

¿Cuándo fue la ultima vez que salieron a cenar?

No lo recordaba bien.

¡Pero estaba bien! Ya era hora de solucionarlo, y luego de haberlo pensado tanto, ¡Paul tenia una idea maravillosa!

Se le había ocurrido mientras jugaba con el hijo de George, Dhani, y el pequeño le había dicho que debería darle un primito con el que jugar. Luego había recordado a su época universitaria, cuando estaba saliendo con John, y ambos habían dicho que una vez casados, llegaría el momento de adoptar a un niño que alegrara sus vidas.

Con el paso de los años, esa promesa había sido olvidada, sin embargo, Paul quería cumplirla ahora. ¡Un niño podría volver a acercarlos!

Y, al parecer, John se le había adelantado.

¡Si el tenia los papeles de adopción que la asistente social le había entregado para que la leyeran y se informaran del proceso!

Tranquilamente, saco lo que había dentro del sobre.

Arrugo los labios cuando noto que era solo un papel.

Sus labios temblaron al leer la primera frase, así que levanto la vista.

-¿Que es eso, Johnny?- repitió con la voz quebrada.

Los ojos de John, su marido por cinco años, su novio durante tres años, el único hombre que había amado con tal profundidad, eran fríos, helados, indiferentes.

-Una carta de divorcio. Lo siento, Paul, pero ya no te amo.

APEGO|| MCLENNONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora