Me enamore de un extraño.

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Pov Tomás

Sali de la ducha despues de un buen rato. Me habia quedado pensando tanto tiempo que ni siquiera me lave el pelo, pero cuando sali tenia los dedos arrugados.

Me vesti con ropa de casa y me sente en mi cama con mi guitarra, una libreta y un lapiz a componer mientras escuchaba las gruesas gotas de agua caer contra el cristal.

Como explicar, no dejo de pensar en ti. En nosotros dos... –el principio me salio bastante natural, como casi siempre.

El sonido de la lluvia me desconectaba, me hacia sentir relajado y seguro, como si nada ni nadie fuese capaz de molestarme en este momento. Nada, ni nadie, me hace sentir tan bien como la lluvia. Es mi amiga, mi confidente, mi protectora y mi calmante. Poco a poco me fui quedando dormido, arrullado por el sonido de las gotas contra el cristal de la ventana.

Mi mente comenzo a dibagar. El sueño me invadia y llenaba mi mente de imagenes difusas y poco perceptibles. Solo manchas de colores sin sentido.

Luego, un par de ojos castaños se aparecieron en mi sueño. Al tiempo que su voz, su dulce y fria voz, me llamo. "Tomy, ven, baja." Pero este dulce llamado se fue distorcionando, perdiendo su sonido y despertandome para darme cuenta que mi mama me estaba hablando.

–Tomy, hijo, arriba. Vamos, baja. Es hora de cenar.–me decia mientras me sacudia el hombro para despertarme.

Cuando me vio despierto me sonrio y salio de mi habitacion. Mi guitarra estaba a los pies de mi cama, y la libreta con el lapiz en el piso. La lluvia habia parado, y por la ventana se apreciaba una ciudad argentina de noche, alumbrada por las luces y faroles, sin estrellas.

Me calce para bajar a comer. Mi mama habia hecho lasaña, se sentia el olor desde las escaleras. Cuando llegue a la cocina mi mama y mi abuela estaban sentadas a la mesa platicando mientras me esperaban para empezar a comer.

–¡Ah! Tomy, ven, hijito, sientate.–dijo mi abuela indicando el asiento al lado de ella.

Me sente donde me indicaba y empezamos a comer. La lasaña me encanta, puedo comerme hasta una bandeja mediana solo en una sola comida. Pero esta vez no tenia hambre. Para nada. No podia dejar de pensar en ese lindo desconocido con el que habia chocado. No soy gay, pero soy abierto de mente y se que este chico me gusta.

Me enamore de un extraño que vi en la calle.

Y ya no queria comer lasaña, ni eso ni nada. Apenas si la toque. Y no di ni un bocado, cosa que preocupo a mi mama.

–¿Que te pasa hijo, por que no comes? ¿No te gusto la comida? ¿Estas enfermo, te sientes bien?–me cuestiono mi madre paranoicamente.

–No mama, no me pasa nada. Estoy bien, solo... no tengo hambre.–le dije.

–Bueno, guarde eso en el refrigerador y me ayudas a lavar los platos. –me indico.

Despues de comer mi abuela se fue a su cuarto a dormir y mi mama y yo nos pusimos a lavar los platos.

–Hijo, ¿hay algo que quieras contarme?–me pregunto mi madre mientras enjabonaba una taza.

–Si, ma. De hecho, creo que deberia contarte sobre mi paseo de hace rato...– dije y comenze mi relato...

CANCELADA No quiero que te alejes de ella, quiero que ... León×TomásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora