Maldita soledad.

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Pov Tomás

Contarle a mi madre que me habia enamorado de un tio, no me incomodo para nada. Ella es mi amiga, mi confidente. No me asusta su reacción, se que ella aceptará que me enamore de otro hombre. No cambie nada, no distorcione ninguna informacion y cuando termine de relatar senti un peso menos.

–Entonces, ¿te enamoraste de un chico que viste en la calle, que no conoces y que probablemente nunca veras de nuevo?–resumio.

–Sep.–asenti.

–Bueno, yo creo que deberias buscarlo. Pero no ahora, es tarde, mañana empiezas a trabajar y tienes que levantarte temprano.–me aconsejo.

–Gracias, mama. Encerio, se que tengo mucha suerte de tenerte a ti como madre.–le agradeci terminando de lavar el ultimo baso que quedaba. –Buenas noches.–dije dandole un beso en la mejilla para luego dirigirme a la puerte.

–Y, hijo,–me llamo mi madre –recuerda cerrar la puerta y la ventana si te dan...–me empezo a molestar pero yo la interrumpi horrorizado.

–¡Ma! ¿Que clase de madre eres?–le pregunte. Pero ella solo se rio estrepitosamente y yo sali de la cocina.

Me dirigi a mi cuarto y me encerre, solo por costumbre. No se de donde diablos saca mi madre esas ideas tan... bueno, indesentes. Y fuera de lo posible, pues, aunque sea dificil de creer, yo nunca me he masturbado (aun si se me ha pasado por la mente algunas veces).

Me quite la ropa quedando solo en boxer. Me dirigi al baño para lavarme los dientes y cuando termine me mire al espejo. En mi vida me habia sentido tan patetico. Horrible, eso me sentia. No se si era solo el hecho de estar enamorado de un tipo tan sexy y guapo como aquel. Pero, fuera lo que fuese, me sentia en menos. El ser mas horrible, despreciable, miserable y patetico que la raza humana haya producido desde su creacion. Suspire. Bueno, darle mas vueltas no mejoraria nada.

Me separe del espejo y me dirigi a mi cama con resignacion. No tenia sueño, en especial tras la siesta de quince minutos que habia tomado más temprano. Pero mañana tendria que madrugar y era mejor que durmiera. Recorde que no habia puesto la alarma, y me levante a ponerla. Mi celular estaba desconectado, cosa que me recordo que tenia que cargarlo.

Despues de hacer eso, me dirigi a mi cama de vuelta. Entonces recorde que deberia cerrar la ventana para que no me enfermara con el sereno de la madrugada. Dios, que es complicado recordar hacer todo.

Me acoste, sintiendo aun que algo me faltaba. Intente recordar que era lo que olvidaba, pero no logre descubrirlo. Decidi que lo mejor seria dormir y esperar a mañna para hacer lo que sea que se me estaba olvidando.

Intente dormir, pero realmente habia algo que me faltaba. Mi cama... se sentia... sola. Fria. Incomoda. Vacia, sobre todo vacia. Y no tenia como remadiarlo.

Ahora recorde lo que me faltaba. Me hacia falta un chico castaño de ojos miel que solo habia visto una vez en la vida y ya me hacia falta. «Soy patetico», me dije. ¿Como podia un tipo que ni conosia hacerme sentir tan solo, vacio, desgraciado y miserable? Bueno, no lo sabia, pero de una forma lo hacia.

Dios, que es complicado ser yo.

CANCELADA No quiero que te alejes de ella, quiero que ... León×TomásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora