Mobry.

Lucía

De repente, todo parecía claro. Lucía abrió los ojos, y se encontró en un apacible lugar totalmente blanco. Se notaba que no todo era visible, algunas partes se mezclaban con otros colores que, formaban un extraño ambiente... Relajante al fin y al cabo. 

No sabía que ocurría y se asustó, pero logró contener la compostura y no ponerse a gritar de miedo. Decidió empezar a moverse y, notó una leve sensación suculenta, como si estuvieran acariciandola, pero, no notó nada sobre ella. Y eso no te gustaba. Se sentía mal, vacía; poco a poco iba recordando: su nombre, su tacto, su piel, se pelo... Su amor. El amor iba recorriendo el cuerpo, una mezcla de éxtasis, placer y miedo; pero era insignificante pues se rompía en pedazos cada vez que se producía un orgasmo. Un "orgasmo de aire". Estaba muy excitada y, no tardó en soltar leves sonidos: gemidos, que se transformaron en gritos pues notó que se iba el viento. Y gritó. No paró de gritar. Y gritó más fuerte.