III

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Después de haber cremado a la mamá de YeoSang y haber sanitizado la casa completamente, el mencionado se encargó de avisarle a su jefe lo ocurrido, haciéndole saber que a partir de aquel día entraría en cuarentena, pues, aunque él no presentara síntomas sobre eso, había estado en contacto con alguien que si los había tenido.

HongJoong, quién era su jefe, cedió de inmediato al escucharlo, pues sabía que su empleado y amigo no jugaría con algo así, dándole todo el tiempo necesario para recuperarse de la muerte de su madre, a lo que YeoSang le agradecía con el corazón en la mano al ser tan comprensivo con él.

Después de colgar la llamada se dispuso a hacer de comer, algo que le agradecía de corazón a su madre era que le había enseñado a realizar las cosas del hogar, porque aunque su padre se negara al decir "Eres varón, por lo tanto no te toca realizar las cosas que las mujeres hacen", el rubio sabía que eso no tenía que ser así. YeoSang era responsable como su padre, pero amable y bondadoso como su madre, sin duda alguna, una mezcla perfecta, aún si no sacó ese lado que su papá tenía a la hora de decir "Las mujeres son las que deben de hacer todo el quehacer de la casa".

Los minutos pasaron y ahora YeoSang se encontraba caminando rumbo a la habitación de su padre, quién se encontraba en cama días después de que la señora Kang falleciera. Algo de lo que el rubio temía era que su padre estuviera infectado por el mismo virus, puesto a que su progenitor presentaba los mismos síntomas que su ahora fallecida madre. Al entrar, lo vio durmiendo de manera tranquila, un suspiro salió de sus labios, al menos todavía estaba con él.

Si bien, el perder a su progenitora había sido algo difícil para él, sin embargo sabía que todavía tenía a su padre, quien todavía estaba a su lado y que todavía le estaría entregando ese amor familiar que tanto amaba. Decidió despertarlo suavemente, pues la hora de comer se acercaba, un suave "papá" salió de sus labios, recibiendo como respuesta un gruñido por parte del mayor, el rubio soltó una pequeña sonrisa, notando como los párpados de su padre se iban abriendo y acostumbrando a la claridad de la tarde.

El señor comió tranquilamente, cuando terminó, recibió un "Gracias hijo", dando cómo respuesta un beso en la frente de su mayor, tomó los trastes sucios y se dirigió a la cocina para lavarlos, al llegar, vio su teléfono celular encendido, tenía 15 llamadas de su novia GaHyeon, otro suspiro salió de sus labios, sólo que ahora fue uno más pesado.

Había pensado devolverle la llamada por la noche, ya que en estos momentos tenía cosas más importantes que hacer, así como también cuidar de la salud de su padre, por suerte, aún contaban con despensa, por lo que no tenía que salir a comprar.

La noche cayó en un abrir y cerrar de ojos, el rubio se encontraba preparando la cena, hacer la misma rutina todos los días no le molestaba, al contrario, lo hacía con demasiado cariño, una vez terminada la labor se dirigió de nueva cuenta a la habitación de su padre, al entrar, en su pecho se instaló otra vez un sentimiento de angustia, sin embargo, no le tomó importancia, se instaló al pie de la cama del mayor y al tocarlo, supo el porqué de aquel sentimiento, el cuerpo de su padre estaba frío.

Repitió mil y una veces un "No", pues aún no pasaba ni una semana de que su mamá había partido, gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas, deseando en el fondo de su corazón que todo esto que estaba viviendo fuera una simple y sencilla broma, pero al parecer la vida lo estaba castigando muy cruel al quitarle a las personas que más amaba en el mundo.

Tiró la bandeja en dónde llevaba la comida, aún sin importarle el reguero que se haría, mientras que se acercaba al cuerpo, ahora sin vida, de su padre, para poder abrazarlo y besarlo, sin importarle que fuera un probable portador de aquella enfermedad, llantos desgarradores salían de sus labios, definitivamente perder a tus padres es el sentimiento más horrible que sientes en tu vida.

Así pasó alrededor de una hora, tratando de asimilar todo aquello, observó las facciones de su fallecido padre, besó su frente y decidió salir de la habitación para avisar a sus familiares que se encontraban en Estados Unidos, sabía que no podrían venir ya que en Seúl no dejaban entrar a nadie que viniera del extranjero, todo para evitar los contagios. Cuando obtuvo respuesta, llorando les contó lo sucedido a lo que su familia respondió un "Lo sentimos mucho Sanggie, pero sabes que no podemos ir contigo en estos momentos, pero desde aquí te acompañamos en tu dolor", sí...tal vez tenían un poco de razón, sin embargo, no se sentía lo suficientemente bien como para aceptar aquella respuesta, así que desanimado les dio las gracias y colgó.

Llamó a GaHyeon, esperaba que respondiera, pues en estos momentos lo que más necesitaba eran palabras de aliento y motivación, pero no esperaba que la castaña le terminara la relación por no estar con ella y por más que YeoSang le explicara lo sucedido, al parecer la pelinegra no quería entender, así que al escuchar aquel "Sabes qué Kang YeoSang, tú y yo hemos terminado" lo único que pudo responder fue un "Está bien", pues no se sentía con ganas de pelear o bien, hacerle ver las cosas a su ahora ex novia.

Durante todo ese lapso, sus lágrimas no cesaban, con todo el dolor de su corazón llamó a la funeraria para hacer el traslado del cuerpo de su padre, mientras rezaba para que todo fuera un sueño, sabía que era imposible pero pensarlo no le costaba absolutamente nada.

Dos días pasaron para que sus padres estuvieran juntos, mientras que él se había quedado, prácticamente sólo, sabía que tenía más familiares, pero él mismo sabía que no era lo mismo. Día y noche lloraba, su llanto suplicaba que alguien le diera palabras de aliento, pero más que nada, deseaba con todo corazón que alguien lo abrazara para poder desahogar todo ese dolor que en su corazón sentía, sin embargo...eso era algo imposible.

Un día después, fue cuando definitivamente sanitizó la casa completamente.

Después de guardar la cuarentena necesaria y de que a pesar de haber estado con 2 personas contagiadas de coronavirus, afortunadamente no presentó los síntomas y no dió positivo a la prueba, por un lado se sentía feliz pero por el otro no lo estaba, ya que a causa de ello, había perdido a dos personas que amaba con todo el corazón.

Afrontar la muerte de sus padres y la separación con GaHyeon no fue nada fácil, sin embargo eso no le fue impedimento para seguir con su vida normal, después de hablar de nuevo con HongJoong y que este lo consolara y que él llorara como un niño pequeño regresó a su trabajo de manera normal, al regresar a casa, el silencio inundaba todo el lugar, pero con el tiempo se acostumbró, recordaba y extrañaba a sus padres, pero él estaba seguro de que ellos ya estaban en un lugar mejor. Nunca supo que pasó con el trato que sus padres cerrarían con aquella empresa, ya que él no era mucho de meterse en las cosas de sus mayores y ellos tampoco lo obligaban porque sabían que su hijo no estaba interesado en los negocios que ellos hacían, pues YeoSang, en un futuro, deseaba ser un Ingeniero en Sistemas.

Meses después, fue cuando conoció a WooYoung, el chico que ahora considera como su mejor amigo, que, al escuchar todo lo que el mayor vivió, no dudó en abrazarlo, apoyarlo y cuidarlo en todo momento, pues, a pesar de los meses de edad, ambos se complementaban a la perfección.

De ahí a la actualidad no se había vuelto a enamorar, tenía miedo de que cuando lo hiciera las personas lo rechazaran por ser un "huérfano de padres que murieron de Covid", aunque sonara algo tonto e infantil, es por eso, que con el paso de los meses, se hizo la idea de que "el amor no existía", ya que con GaHyeon no vio apoyo alguno hacia su persona, cuando él se desvivía por ella. Nunca tuvo dudas de su sexualidad, estaba muy seguro de que él era bisexual y que sus padres lo aceptaban abiertamente.

Sólo que ahora no se encontraba seguro de querer enamorarse por el temor a que lo rechazaran y que no lo apoyaran.

Actualmente YeoSang se encuentra feliz, tiene a personas que lo aman, tanto en la Tierra como en el cielo, su trabajo en la cafetería era y es el mejor, aunque fueran pocos y cerraran a las 6 de la tarde, sabía que estaba trabajando en el lugar correcto.

Ahora, el chico de cabellos rubios se encontraba corriendo hacia la parada de autobuses para encontrarse con su amigo, al llegar, el de cabellos castaños lo recibió con una sonrisa, sonrisa que el mayor no pudo ver por el cubrebocas del contrario y un choque de codos amistoso.

Una vez que se saludaron, emprendieron su camino hacia Sweet 1117, lugar en dónde ambos trabajaban bajo el mando de su jefe y amigo HongJoong. 

 

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2022 ⏰

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