ARE

767 101 62
                                    

Había dormido durante un par de horas luego de encerrarme a llorar como un cobarde en mi habitación. La imagen de mi precioso ángel siendo besado por el horroso ogro de Bogum se repetía en mi mente una y otra vez haciendo que mi pecho doliera con intensidad. Imaginaba la risilla coqueta de Taehyung cuando terminaron de besarse, enamorado de alguien como Bogum.

Me pregunté si en algún momento mi aspecto cambiaría a uno mejor y yo podría gustarle a alguien como Taehyung, cuando los cambios en mi cuerpo comenzaron a efectuarse comencé a sentirme muy inseguro, mamá solía decirme que era el chico más guapo de la tierra pero yo no le creía, solía encerrarme en el baño y observarme por largos minutos mientras lloraba. Cuando al fin pasé la fase de "crecimiento" empecé a cuestionarme porqué no era tan atractivo como los otros chicos, sinceramente no me importaba mucho hasta que lo noté a él, con su rostro pulcro y hermoso, con sus labios finos, sus coquetos ojos y su cabello brillante. Ese día había creído que era una ilusión, que Taehyung no era real porque mi corazón comenzó a sentirse tan saltarín que incluso podía sentirlo en mis oídos, pero cuando lo vi rodeado de todos esos tipos populares que solían molestar a lo nerds lo odié y simplemente fingía que su existencia no me importaba pero sin pensarlo mis ojos lo buscaban, lo anhelaban, anhelaban que al menos una vez él me notara, que él dirigiera una mirada hacia mí pero nunca sucedió y es ahí cuando me dí cuenta que quizá no soy lo suficientemente guapo para él.

Tomé la caja de galletas destrozadas que yacía aún en mi escritorio, aún estaban llenas de tierra, supongo que Taehyung las recogió con sus gráciles manos, las examiné un poco antes de perderme en el mundo de fantasía. Imaginé que mi plan se había concretado, que Taehyung había recibido mis regalos y le habían encantado, que me había sonreído con esa sonrisa tan preciosa suya y me había dado un beso. Mi mirada bajó a mis pies, avergonzado de aquella imagen. Haciendo que mi pecho se sintiera cálido.

Con un poco de inspiración comencé a garabatear en mi cuaderno, solía hacer bocetos de rostros. De acuerdo, del rostro de Taehyung pero mi tecnica era tan mala que parecía cualquier otra persona, y siendo sincero, el rostro de Taehyung es tan perfecto que incluso si fuese el jodido Leonardo Da Vinci no le haría ninguna justicia.

Mi puerta fue abierta por mi madre horas después, amaba a mi madre pero odiaba que no tocara mi puerta antes de entrar, aunque sospecho que lo hace a propósito.

— Mamá, ¿por qué entras como si nada?

Mamá salió y luego tocó la puerta, rodé los ojos.

— Adelante.

— Es hora de la cena, amor. Papá cocinó ravioles.

No necesitó decírmelo dos veces porque apenas escuché "Papá cocinó" fue suficiente para mí. No es que mamá cociné del asco pero mi padre, joder mi padre es un puto amo en la cocina.

La cena transcurría un poco incómoda, papá con su dulzura característica trataba de hacerme sentir mejor con sus chistes que solía sacar de un par de revistas viejas que ya conocía de memoria.

— Vamos Jungkookie, ¿cuál es colmo de un policía?

"Que lo asalten las dudas". Ya lo sabía, era el chiste favorito de papá.

— No lo sé papá, ¿cuál es?

— ¡Qué lo asalten las dudas!

Papá se carcajeó durante un par de minutos y luego mamá le tomó la mano con dulzura y dejó un beso.

— Tienes suerte de ser guapo, cariño.

El timbre sonó y mamá se adelantó a abrir.

— Jungkook, ¿Puedes venir un segundo?

My Valentine 💌 // KookTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora