Epilogo

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Pasaron 3 años desde que Los merodeadores se graduaron. 3 años desde que Remus Lupin y Sirius Black viven juntos.

La casa que eligieron simplemente no les puede gustar más. Es perfecta. Es grande, pero no mucho, tiene linda cocina, las habitaciones son grandes, tiene una sala de estar y un comedor hermosos, y por dios, LA BIBLIOTECA.

Estaban enamorados de su pequeño espacio de paz. Cada tanto la pareja se encerraba en la habitación que tenía una biblioteca que iba del suelo al techo. Estaba llena de miles de libros, e incluso había unas mesas y escritorios con estantes con más libros.

Se había vuelto un muy bonito Hobby que Remus y Sirius disfrutaban; comprar y leer libros. Juntos, obvio.

Como si fuera poco, en esa habitación habían puesto sillones, que miraban hacía una ventana que daba una vista hermosa.

No podían pedir más.

James y Sirius se habían recibido como aurores, Remus estaba realizando la práctica para ser profesor, Lily estaba estudiando medimagia y Peter estaba estudiando para especializarse en Herbologia. Marlene estaba jugando Quidditch profesionalmente y Mary estaba estudiando magizoologia.

Todo era maravilloso para ellos.

Hacía un año (1980) había nacido el hijo de James y Lily. Ellos se habían casado un año después de terminar el colegio, y luego tuvieron a su lindo hijo, Harry James Potter.

Sirius fue nombrado su padrino, y este estaba que estallaba de alegría. Jugaba con el bebé cada vez que se reunían (casi todos los días).

Ese día era especial. Era 31 de Julio. Era el cumpleaños del pequeño Harry. Cumplía su primer año de edad. Por esto, los merodeadores se reunieron.

Cuando Remus y Sirius llegaron a la fiesta, se encontraron con que Peter y Mary ya habían llegado. Habían venido juntos y al parecer habían empezado a salir. O algo parecido.

Luego de un rato, llego Marlene y como ya estaban todos empezó la celebración.

Lily había insistido que Harry no estuviera hasta que hubieran llegado todos, para mucho pesar de su padrino.

Cuando el niño llego, en brazos de su padre, comenzaron a hablar y a comer. Pasaron la noche como siempre lo habían hecho, desde que se conocían, riendo hasta más no poder, y disfrutando de la compañía del otro.

Para cuando la fiesta termino, Harry ya se había quedado dormido en brazos de su madre, con una pequeña sonrisita. Para no despertarlo, se dio por terminada la cena y todos se fueron a sus casas.

Remus estaba nervioso. No es que iría a hacer algo ese día, pero aún así. Estaba nervioso. Y si decía que no? La pregunta lo tenía loco. Lo había meditado por mucho tiempo y siempre llegaba a tres conclusiones.

1-Diria que no y todo quedaría incómodo

2- Diría que no, pero quedaría igual y seguirían como si nada

3- Diría que si.

La primera era la que más miedo le daba. Podría soportar si el y Sirius no estuvieran juntos? No lo creía.

No solo por el hecho de que luego de tantos años juntos sentiría un vacío, sino que también era por el simple hecho de que lo amaba demasiado como para dejarlo ir.

Aún así, no podía precipitarse y sacar malas conclusiones. También podía suceder que dijera que si. Y, por Merlín, no le entraría el corazón en el pecho de la alegría si eso sucedía.

Decidieron ir caminando a su casa. Daba la casualidad (se le puede decir casualidad, destino o James) que vivían a solo unas casa de distancia de los Potter. Ellos se habían comprado una casa cerca de la suya y, si hubiese sido posible, se hubieran mudado a la casa siguiente a la de ellos. Por pedido del moreno, claro. Lily tampoco se opuso mucho que digamos.

Cuando llegaron Sirius dijo

- Y si leemos un rato?

- Claro amor- respondió Remus, feliz por poder distraer sus pensamientos de su propuesta.

Se sentaron en uno de los sillones que daban vista al exterior. Leyeron por horas y horas, sin darse cuenta.

Para cuando decidieron ver la hora, se dieron cuenta de que estaba por amanecer.

Al licantropo de pronto le vino una idea que le pareció muy bonita.

Allí, en su pequeño lugar especial, al amanecer luego de leer un muy buen libro. Que mejor momento y lugar?

-Vamos a dormir amor? - pregunto el pelinegro

- Y si vemos el amanecer? - pregunto Remus, nervioso de nuevo.

-Me encantaría - respondió el otro y le sonrió

Hablaron un rato sobre sus trabajos/estudios hasta que comenzaron a salir los primeros rayos de sol.

-Pads? - pregunto el licantropo, más nervioso que nunca en su vida. Lo iba a hacer.

- Quep? - pregunto Sirius, pero al parecer se dio cuenta de que su novio estaba nervioso - todo bien Moons?

- Sisi, solo... - respiro profundo para calmarse y busco en su bolsillo la pequeña cajita- Sirius, eres la persona más importante en mí vida y quiero pasar el resto de esta con vos. Por ahí es un poco apresurado, y si decís que no... Bueno, lo entiendo. Pero... - volvió a respirar hondo y miro al pelinegro a los ojos- Sirius Orion Black, te casarías conmigo?

Al principio, el animago parecía en shock, pero al instante su cara cambio de sorpresa a una gran alegría, mientras una sonrisa cruzaba su rostro.

-SI - dijo y se abalanzó a darle una abrazo y muchos besos a su novio. No, a su prometido-  si, si, si, si, siii

* * *

Remus estaba nervioso, de nuevo. Por qué? Pues, por el simple hecho de que estaba a punto de casarse con la persona que más amaba en el mundo.

Estaba parado en el altar, con su esmoquin negro, el oficiante a su lado y todos sus seres queridos en los asientos.

Cuando Remus creía que se moría allí, de nervios, empezó a sonar la música y apareció Sirius, con su esmoquin blanco, de la mano de la madre de James, Euphemia.

El pelinegro había insistido en que su esmoquin fuera blanco. Para demostrar que dejaría de ser un Black. Sería un Lupin-black (la única razón que se quedará con el apellido era su hermanito, quién le insistió mucho)

Cuando llego al altar, se paró frente a su prometido, con una gran sonrisa grabada en su rostro.

- Damas y caballeros - comenzó el oficiante- el día de hoy estamos aquí para declarar en matrimonio a Remus Lupin y a Sirius Black. Comencemos, Señor Lupin, acepta a Sirius Orion Black como su legítimo marido, para cuidarlo y respetarlo, tanto en la salud como en la enfermedad, en la riqueza como en la pobreza, hasta que la muerte los separe?

- Si, acepto - dijo el licantropo, aguantando las lágrimas y le puso el anillo a su novio

- Y usted, Señor Black, - continuo el oficiante-  acepta a Remus John Lupin como su legítimo marido, para cuidarlo y respetarlo, tanto en la salud como en la enfermedad, en la riqueza como en la pobreza, hasta que la muerte los separe?

- Si, acepto - dijo el animago, también aguantando para no llorar y le puso el anillo al otro

- Bien, entonces por el poder que me fue conferido yo los declaro oficialmente casados, ya pueden besarse.

Antes de que hubiera terminado de hablar, los novios ya se había besado y se sonreían tiernamente.

Bajaron del altar y todos les tiraron flores hasta que desaparecieron de la vista, para comenzar una nueva etapa en sus vidas, comenzando por la luna de miel.

Fin


































































Holi! Bueno, ahora sí finalizó la historia. Que les pareció el epílogo?

Muchas gracias por leer, y nos vemos en otra historia! 💖

Mí mejor amigo (wolfstar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora