[...]
Peter despierta en un lugar diferente ante el llamado de su tía, sintiéndose confundido porque recordaba estar en el nuevo apartamento que había alquilado con sus amigos. May no debía estar ahí.
Ante los insistentes llamados, decide que quizás ella había llegado para alegrar su día, después de todo ese domingo se recordaba el sacrificio de Tony. Con los recuerdos de bellos momentos nostálgicos y dolorosos en su cabeza, decide seguir el olor de hotcakes hasta la cocina, así que baja las escalera de dos en dos y... Espera, ¿escaleras?
—¿Qué?
Decide retroceder sobre sus pasos para revisar si se equivoco o seguía pegado en la cama soñando, pero se dijo que no era así al entrar a su habitación y ver un desorden en las sábanas. Vuelve otra vez sobre sus pasos bajando con cautela la escalera, entrando de la misma forma a la cocina y viendo extraño y fuera de lugar a su alrededor. No era su apartamento, sin duda. Esa era una bonita casa, con adornos bonitos y esa sí era tía May.
Ella sonreía mientras servía el desayuno en tres platos diferentes.
—¿Cómo amaneciste?
—¿Dónde estamos?
Hablaron al mismo tiempo, haciendo que su tía soltara una corta carcajada y siguiera con lo suyo, tarareando algo que sonó a casa. Esa no era su casa.
Observó a su alrededor e incluso se peñiscó la mano para saber si estaba en un sueño, pero su chillido de dolor respondió que no.
—¿Happy vendrá? —preguntó distraído. Quizás ese lugar era... No se le venía nada a la cabeza y pese al dolor que seguía en el dorso de su mano, decidió que era un sueño, de esos que tenía cada que fecha de muerte de Tony se acercaba. Arrastró una silla y se sentó en frente de un rico panqueque.
—¿Quién es Happy?
Peter parpadeó.
—¿... Tu novio? —alzó una ceja y May le miró extrañada para luego sonrojarse. Quizas era la casa de Happy y él había ido con ellos y no lo recordaba por haber estado llorando toda la noche, ¿cierto?
Su tía se había quedado quieta mirándole, con la mano en las mismas bañando de más un hotcake. Mucha miel.
—¿Tienes un novio?
Ahora el cerebro de Peter dejó de funcionar, quedándose quieto, con la mano acercándose a un tenedor. Esa era la voz de...
—¡Ben! —chilló May.
Peter pudo ver como Ben se acercaba hasta su tía y le daba un beso, dejando un periódico cerca a ellos. Parpadeó michas veces hasta darle créditos a sus ojos. Ese sí era su tío Ben. Qué loco sueño, pensó.
Nunca desaprovechaba un sueño así, cuando su tío se le acercaba a darle consejos de vida. Recordaba el primero, cuando tenía que decirle a May que estaba saliendo con Tony. Quizás ahora le diría algo sobre su estado mental, para que pudiera avanzar y no estancarse.
Tampoco desaprovechaba la oportunidades de lanzarse a sus brazos y decirle cuando lo extrañaba en esos momentos, que siempre ponía en práctica sus consejos, incluso sobre el poder y ser responsable. Por eso apartó sin delicadeza a May y abrazó con todas sus fuerzas a Ben, controlando sus ganas de llorar.
—No sabes cuánto te extraño —murmuró, con la boca aplastada por su hombro. Su tío era más alto que él.
Ben acarició su espalda dudoso y vio a May, que negó no entendiendo.
—Sólo fui a traer el periódico y me distraje conversando con el vecino, no me fui lejos, Peter.
Peter negó, sintiendo las esquinas de sus ojos mojadas. Iba a llorar.
—¿Qué puedo hacer? —preguntó, con la voz rota. Tony siempre sería un tema delicado, y no quería llenar de historias, prefiriendo ir al grano—. No puedo vivir sin él, Ben.
Peter sintió como el cuerpo que abrazaba se tensaba. Fue separado con delicadeza.
&De qué demonios hablas —Ben miró los ojos llorosos de Peter, con las manos en sus hombros apartandole.
—Sobre Tony —musitó débil—. Es mi vida, tío, no sólo puedo olvidarme de él cuando estuvo buscandone por cinco años.
Tío Ben vio a May y luego a Peter.
—¿Quién Tony?
Peter parpadeó, apartando las lágrimas frunciendo el ceño.
—Tony Stark, tío —dijo_. ¿No vas a darme un consejo?
Ben rascó su cien confundido.
—Por qué te daría un consejo y... ¿por qué Tony Stark?
—Siempre me das consejos... —Ben asintió, porque así era—. Tienes que decirme algo sobre avanzar, que hablaste con mi Tony y él te dijo algo bonito. Yo no te haré caso porque no puedo cuando se trata de él. Eres mi subconsciente hablando mediante mi tío.
Silencio.
Ben posó la mano sobre la frente de su sobrino y frunció el ceño al ver que no tenía fiebre.
—¿Te golpeaste la cabeza? —Peter negó rápido, esperando un consejo—. No entiendo lo que dices y no entiendo qué hace Tony Stark en tus delirios.
Más silencio.
May estaba sentada viendo todo y tampoco entendiendo.
—¿Qué ocurre, Peter? —Ben entrecerró los ojos—. No me digas que conoces a Tony Stark.
Peter hizo una mueca.
—Es mi novio —respondió bajando la cabeza. Tony estaba muerto pero no habían terminado.
Los jadeos sorprendidos no le sorprendieron. Cuando vio a sus tíos, se dio cuenta que tenía los ojos bien abiertos, mirándole incrédulos.
—¿Cómo lo conociste? —preguntó escandalizado su tío. Peter dio un brinquito.
—Bu-bueno, él-
—¿Norman te lo presentó?
Peter frunció el ceño, ahora no entendiendo lo que decía May.
—No sé quién es Norman.
—¿Sales con Stark?
—... Sí.
—¿Desde cuando? —Ben no se veía contento y Peter no sabía por qué.
—Desde que tenía 17. Fuimos a Alemania y... ¡Tú sabes la historia!
—¡¿Qué?!
—¡¿Tú sabías eso?! —señaló May a Ben.
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ANTOLOGÍA STARKER
FanfictionBorradores Starker que tenía bajo polvo y que publicaré en su estado más puro, con leves correcciones y sin ninguna continuación o contexto¿