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Ahí estaba de nuevo.

Yoongi sonriendo frente a la pantalla y suspirando encantado.

Hoseok decidió que ya no lo podía soportar más.

Después de dedicarse a verlo en la distancia por largos minutos, el menor se armó de valor y caminó decidido hacia el lugar en el que estaba Min Yoongi. No pensó con profundidad en ningún momento, en su mente solo habitaba la idea de saber de una vez por todas quién era aquella persona que había encantado a Yoongi y que se robaba gran parte de su atención y sonrisas.

Una vez que estuvo a su lado, le quitó el teléfono de entre las manos y vio valientemente la pantalla del dispositivo.

—¡Un perro! ¡¿Me estás engañando con un perro?!

Realmente no se trataba de una traición, porque ellos no salían ni eran pareja, pero Hoseok así lo sentía y era claro que no entendía lo que estaba pasando.

Y si Hoseok estaba perdido en la situación, Yoongi se encontraba igual o más desconcertado.

—¿De que hablas? Devuélvemelo— estiró su brazo y le arrebató el teléfono de vuelta, lo cual no fue nada difícil porque Hoseok no puso resistencia, estaba demasiado sorprendido como para hacerlo — Yerim, Yerim— habló Yoongi.

Hoseok sabía que se trataba de la hermana de su amigo.

—¿Qué pasa?— preguntó una voz adulta.

—Te llamó luego, cuida a Holly— y colgó.

La mirada que Yoongi le dió a Hoseok era por mucho la más dura que le había dedicado en todo el tiempo que tenían de conocerse, y eso que el menor siempre había hecho cosas que lograban sacarlo de sus casillas.

—Holly es un perro— dijo el castaño para romper el sepulcral silencio que se había instalado entre los dos.

—Sí, genio. Él es mi mascota y se quedó unos días con mi hermana en Daegu ¿Por qué reaccionaste así?— cruzó los brazos y esperó pacientemente una respuesta de parte del menor.

—Pensé que Holly era tu novio secreto— ahora que lo decía sonaba realmente vergonzoso, pero no le iba a mentir a Yoon sobre lo que estuvo rondando en su mente durante los últimos días.

—Ya te había dicho que no tengo pareja— la expresión de Yoongi se suavizó un poco.

—Yo lo sé, pero no lo pude evitar al verte muy cariñoso, hablándole a la pantalla como si lo que estuviera del otro lado fuera lo más maravilloso que te ha pasado en la vida... Solo me puse muy celoso— explicó.

Yoongi creyó por un momento haber escuchado mal, ¿realmente Hoseok dijo que estaba celoso de la idea de que tuviera pareja?... Sonaba como un sueño. De la nada, todo rastro de enojo que tenía por el menor se disipó de su cuerpo, esta sensación siendo reemplazada por una agradable sorpresa —¿Celoso?

Bueno, ya que más daba — Sí, celoso— al notar que Yoongi ya no estaba enojado, el castaño se sintió con más confianza para hablar con él —Me dijeron que se trataba de una persona que querías demasiado y eso me confundió porque... pensé que yo te gustaba.

Bien, ya había dicho lo que lo estuvo atormentando tantos días y ahora solo quedaba averiguar cuál sería la reacción de su amigo, tal vez lo vería reírse o quizá se enojaría enserio. Había un sin fin de posibilidades que cruzaron a una velocidad increíble en su cabeza y ninguno de ellos terminaba bien para Hoseok.

YoonGi estaba tardando una eternidad en decir algo al respecto, lo cuál sirvió para que quisiera salir corriendo de...

—Sí me gustas.

¿¡Espera qué!?

Hoseok debió escuchar mal, sí, seguramente — Perdón, podrías...

—Me gustas, Hoba.

Ok, ahora estaba cien por ciento seguro de haber escuchado correctamente las palabras de Min YoonGi.

¿Qué debía hacer? ¿Lanzarse a sus brazos y besarlo con ganas mientras le pedía perdón por ser tan desconfiado o reclamarle porque le omitió esa información todo ese tiempo? Cualquiera de esas opciones hubiera estado bien, pero Hoseok realmente estaba sorprendido y algo consternado así que tomó la decisión más inteligente... Intentó correr. Quiso huir con vergüenza de la mirada de su amigo y buscar un poco de espacio para gritar sin ser interrumpido ni observado, sí, eso sonaba excelente.

Para su desgracia (o no), Yoongi lo sostuvo de la muñeca para frustrar sus planes de escape.

—¿A dónde vas?— cuestionó Min.

—¿Qué no es obvio? Voy a encerrarme en los baños a gritar de la emoción— respondió el castaño mientras buscaba deshacerse del fuerte agarre de su amigo.

Definitivamente era el día en el que su vida estaba destinada a vivir una montaña rusa de emociones y también para llevarse muchas sorpresas. Hoseok estuvo seguro de eso cuando de pronto fue jalado con una extraña delicadeza y sus labios sintieron el suave contacto de los de Yoongi por una fracción de segundos, fue un beso corto, no más que un contacto efímero y casi inexistente, pero beso al fin y al cabo.

Yoongi acarició la mejilla del castaño y lo miró directamente a los ojos —No quiero que huyas de esto— tal vez hubiera dicho algo más, tal vez no, pero los labios de Hoseok lo interrumpieron antes de poder averiguarlo.

Esta vez el beso que compartieron se extendió algunos segundos de más y una vez que se separaron los dos se rieron como si ambos supieran que actuaron tontamente (Hoseok, sobre todo)

—¿Quién te dijo que Holly era una persona muy especial para mí?— preguntó de repente Yoongi. Tenía curiosidad de saber quién le metió esa idea en la cabeza.

Bien, el humor de Hoseok cambió inmediatamente, pasó de tener una dulce sonrisa a abrir la boca ligeramente por la indignación al recordar  que Kim SeokJin le había hecho creer muchas cosas —Jin— soltó con un tono sombrío.

Yoongi no dudaba ni un poco que eso fuera verdad, pero no le importó porque la expresión enojada de Hoseok se llevó toda su atención.

—¡Seokjin!— gritó el castaño antes de empezar a buscar con la mirada al mencionado por todo el área del campus. Alcanzó a verlo en la distancia hablando despreocupadamente con un grupo de amigo, y avanzó hacia él.

Oh, no.

Yoongi temió por la vida de Jin.

¿Holly? ╏Yoonseok╏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora