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La curiosidad crecía por cada segundo que Hoseok veía hablar al chico frente a su teléfono, ni siquiera era necesario estar cerca de él o escuchar cada palabra para saber que estaba hablando con ternura.

Era ridículo.

Los ojos de Yoongi habían desaparecido casi por completo entre sus párpados debido a la enorme sonrisa que tenía plasmada en la cara.

Yoongi nunca sonreía así.

Era pocas las ocasiones en las que lo vio de esa forma y solo fueron en momentos en los que ellos estuvieron juntos, y ahora le dedicaba esa sonrisa de encías a alguien más. Eso sirvió para aumentar el desconcierto en el chico castaño, su amigo parecía demasiado entretenido diciendo palabras de cariño a quien sea que estuviera del otro lado del video chat como para darse cuenta que su fachada de persona fría e imperturbable se estaba cayendo a pedazos bajo la vista de las personas que le prestaban atención en ese momento, las cuales solo se limitaban a Jung Hoseok.

«¿Te están tratando bien?»
«Eres tan adorable, Holly»

Maldita sea.

¿¡Quién rayos era Holly!?

Hoseok estaba harto de leer todas esas cursilerías de los labios de su casi mejor amigo. Todavía no podía considerarse su mejor amigo, porque tenían relativamente poco tiempo hablando y conviviendo con él, pero creyó que su amistad era lo suficientemente estrecha como para mencionarle alguna persona especial o incluso si estaba en una relación aunque no fuera pública, pero al parecer se equivocaba.

No pudo evitar pensar en cada ocasión en las últimas semanas en las que le preguntó a Yoongi si tenía pareja o por lo menos si tenía algún interés romántico por alguien en el instituto, y su respuesta siempre era «No me interesa nadie»

“No le interesa nadie, menudo mentiroso” pensó el castaño.

Una sensación que hasta el momento era desconocida para Hoseok, pero que no era tan difícil de identificar se hacía presente y se intensificaba por cada maldito segundo que veía a YoonGi en la lejanía. La posibilidad de que fueran celos era ridícula, ¿por qué estaría celoso? No, para nada.

Vio a YoonGi soltar una sonora carcajada.

Sí, estaba celoso.

Hoseok se quiso golpear con fuerza contra la mesa en la que estaba sentado todo por culpa de sus ridículos pensamientos. No podía admitir en voz alta que la escena frente a él le hacía hervir la sangre, no definitivamente no lo haría, pero eso no descartaba el hecho de que estaba desesperado por saber quién era esa persona a la que Yoongi le hablaba con tanto cariño, sea hombre o mujer, ¿Holly era nombre femenino o masculino? Al diablo, eso era lo que menos importaba.

El verdadero tema era: qué relación tenía esa persona con Yoongi, era una amiga, un amigo, o la pareja que tenía y no quería admitir su existencia y de la que se encontraba perdidamente enamorado.

Hoseok juraba que mil demonios se lo llevaban.

En algún momento en el que no dejaba de echar humo por las orejas, Yoongi terminó su llamada y se acercó de nuevo a la mesa en la que estaba desde el principio con él.

Min no notó al principio el debate mental de su amigo así que actuó como de costumbre —Siento haberte dejado aquí unos minutos, pero era importante— se sentó a un lado del castaño, bastante cerca de él para ser sinceros, y esperó a que el chico le dedicara una sonrisa como siempre hacia, pero esa sonrisa jamás apareció.

>>¿Pasa algo?— preguntó genuinamente interesado al notar por fin la expresión seria de Hoseok.

Sería más fácil si el castaño se decidiera a dejar su orgullo herido de lado y se atreviera a preguntar con desesperación sobre la persona con la que había estado hablando, pero Hoseok nunca hacía las cosas más fáciles para si mismos y menos cuando eso implicaba dejar al descubierto los sentimientos que empezaba a tener por su amigo, no, no le reclamaría. No le diría nada porque sabía que no podía medir sus palabras una vez que abriera la boca, si empezaba a preguntar ya nadie lo podía parar y no quería quedar como un celoso, y menos cuando la relación que ellos era meramente de amistad.

—No pasa nada, todo está excelente— sus palabras podían expresar algo, pero su lenguaje corporal dejaban en evidencia que lo que sentía era algo magistralmente diferente a lo que admitía, sus manos estaban hechas puños sobre la mesa y su ceño estaba fruncido a más no poder. Resultaba obvio que no estaba bien para cualquier persona, incluso para YoonGi, quien no se consideraba un experto en reconocer las emociones humanas.

—No lo creo, Hobi. ¿Qué es lo que tienes?— rodeó los hombros del castaño con su brazo y lo acercó a él en un suave movimiento.

Hobi.

Ese apodo que a Hoseok nunca le había agradado del todo, pero que en los labios de YoonGi sonaba tan bien, logró filtrar gran parte de sus celos contenidos, se maldecía por ser tan débil ante una simple palabra, pero no podía evitarlo. Esta vez con una expresión más relajada asintió con la cabeza y suspiró tratando de deshacerse de todos esos pensamientos abrumadores —Lo estoy, no te preocupes.

Y ahí estaba de nuevo esa sonrisa tan especial de YoonGi.

—Está bien, Hoba— el pelinegro no pudo evitar llevar su mano a la mejilla del contrario y dejó un suave pellizco sobre esta. Esa acción solía ser muy habitual desde el primer momento en el que se comenzaron a llevar bien, así que ya ninguno le tomaba importancia. Aunque a Hoseok le costó un poco dejar de sonrojarse ante aquella acción —Vamos a tu casa, quiero dormir un rato.

El pelinegro no esperó una respuesta de parte del chico, más bien se limitó a levantarse y tomarlo de la muñeca para llevarlo a rastras fuera de la preparatoria. 

Bien, por el momento Hoseok dejó el tema y probablemente el nombre de Holly jamás volvería a ocupar un espacio en su mente.

¿Holly? ╏Yoonseok╏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora