Capitulo 14

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—¡No puedes dormir ahora mismo!

¡Aah!

Ella abrió los ojos sorprendida por
dolor en su mejilla.

—Tú! ¿Le hiciste eso a Orsini? jEl es
mi hijo!

Una mujer la miraba con mucha
rabia.

Tan pronto como mis ojos se
encontraron, me di cuenta de quién
era. Chloe Adice, su madrastra.

—¿Por qué me pegas?

Canna murmuró con una
voz desagradable. Fue muy
desagradable despertarse con una
bofetada.

Pero a Chloe no le importó, y
ella levantó el brazo, como para
abofetearla nuevamente.

—iPara!

Canna intentó agacharse.

Antes de eso, la muñeca de Chloe fue atrapada.

Fue Cullen quien se apresuró al
escuchar las noticias.

—¡Madre! Qué demonios estás
haciendo?

—Cullen, Canna está aquí!

—Yo la deje entrar a la casa. įSé
cortés ya que es mi invitada!

Chloe sacudió su brazo
salvajemente.

Sin embargo, no podía ignorar las
palabras de su hijo y ya no agitó su
mano.

—¿Qué pasa con eso? Canna, que
una vez fue expulsada esta adentro
y Orsini está herido!

—¿Fui expulsada? Solo me casé y
me fui.

Se quejó con descontento, y los ojos
de Chloe brillaban con furia.

Pero eso es todo.

Parecía haber recuperado la
compostura en presencia de Carlen.

—Canna, mucho tiempo sin verte.
Pero no puedo darte la bienvenida.

—Es lo mismo para mí.

—Orsini está muy enfermo en
este momento. Escuché que eres la
única que tiene la cura, así que no
molestes a Orsini y dáselo.

—Si te disculpas por golpearme, te
lo daré.

—Lo siento mucho. Me equivoqué.
No lo volvere a hacer.

Sua palabras salieron sin dudarlo.

Los ojos de Canna se entrecerraron.

Como era de esperar, era más
inteligente que Orsini debido a su
experiencia.

—Entiendo.

Canna sacó la botella del armario y
se la tendió.

—Aquí, deja caer una gota y la
herida sanará.

Orsini dijo que no se disculparía,
pero en realidad era un problema.

La disculpa de Orsini no tiene
importancia.

Ya sea que se disculpe o no, tampoco le gustaba.

Solo quería vengarme de los viejos
tiempos.

—Será mejor que vayas y lo hagas.
Dado que es una herida que has
hecho, probablemente sea correcto
tratarlo tú misma.

Ella probablemente no lo creía. Era
una respuesta esperada, por lo que
asintio y se levanto.

—Lo sé.

***

—Maldición, tu inmundicia...

—No deberías decir eso Orsini, sabes, podría romper accidentalmente la botella.

Mi cuerpo ha sido poseído por alguienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora