Capitulo 26

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Lillian no es hija de una emperatriz, sino de una concubina.

Por eso a la Emperatriz le gustaba mucho maldecir a Lillian y reprocharle su comportamiento.

¡Y todo sucedió ante mis ojos!

Debería haber sido más cuidadosa sabiendo que Su Majestad estaba en el banquete. Debido a Canna, lo olvidé por completo.

Entonces,

-¿Qué te pasa?

Una voz suave que impregna la atmósfera dura. En el momento en que escuché la voz suave, Lillian casi dejó escapar un suspiro de alivio.

¡Salvada! 

-Su Majestad, ¿Lillian fue grosera? Entonces me disculparé por ella.

Canna vio la figura que se acercaba y abrió mucho los ojos. Una mujer increíblemente hermosa apareció ante ella. Su hermoso rostro pintado con pincel, su cabello blanco brillante y sus misteriosos ojos morados. Caminaba con elegancia, revoloteando como una mariposa.

-Perdóneme por mi hija. Intentaré evitar este comportamiento en el futuro, Su Majestad.

-… Mamá.

La madre de Lillian estaba hablando. Ahora Canna se dio cuenta de quién era esta mujer.

Todos conocían a esta mujer. Recientemente, las novelas y obras de teatro sobre el emperador y su concubina han ganado popularidad.

Pero yo no la conocía hasta este momento.

“Concubina del Emperador. La dama de honor de primer rango."

La madre de Lillian y la amada mujer del emperador: Teresa.

La Emperatriz miró a Teresa, levantó las comisuras de su boca para fingir una sonrisa.

-Está bien, no me atrevo a interferir más.

- Agradezco sinceramente a Su Majestad por su misericordia.

No queriendo involucrarse más en esta historia, la emperatriz se dio la vuelta. Luego dijo, abrazando el hombro de Canna.

- Y ahora, duquesa Valentino, venga conmigo. Tomarás una taza de té caliente conmigo.

***
La Emperatriz llevó a Canna a un salón de fiestas interior donde podía relajarse un poco.

- Hablemos aquí por un minuto.

En el sofá estaba sentada una chica con un sombrero y un velo, completamente sola, como una isla lejana en el océano. Como Lucy hace un tiempo.

- Hola, hija mía, la primera princesa del Imperio.

Canna arqueó ligeramente la espalda.

-Es un honor conocerla, su alteza. Soy Canna Valentino.

-...

No hubo respuesta. ¿No oyó?

'No, ella no pudo evitar escuchar'

¿Me está ignorando? 

Canna estaba desconcertada, pero el rostro de la princesa estaba oculto bajo un velo, por lo que no pudo encontrar la respuesta.

Entonces, dijo la Emperatriz.

-Escuché que la hija menor, Adice, se curó. Me dijeron que esta fabricando medicinas. ¿Es cierto?

Canna se sorprendió. Después de todo, el duque mantuvo en secreto su adicción a la alquimia. ¿Cómo lo supo?

- Me dijo la duquesa Chloe Adice.

-...

-¿Es verdad?

Mi cuerpo ha sido poseído por alguienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora