OO4 : ¿Te arrepientes, Chifuyu?

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16022022

mini TW: escenas subidas de tono. disfruta, o no<3

—¿De qué querías hablar, o a qué querías jugar, Baji-san? —cuestionó Chifuyu en voz baja, metiéndose debajo de las sábanas.

   La media noche ya había pasado y estaban entrando en la madrugada, habían cenado con los padres de Chifuyu tranquilamente y éstos se habían ido a dormir mucho antes que los dos jóvenes, impulsados por los dolores de espalda y la edad, que ya no les ofrecía aquella capacidad de irse a dormir a las tantas y luego despertar sin contracturas como mínimo.

   Pasadas un par de horas de aquello, Baji y Chifuyu también se fueron a la cama, entre risas silenciosas y miradas difíciles de entender por parte de Baji. Pero bien, entonces estaban ambos metidos debajo de las sábanas, mirándose el uno al otro mientras Baji rumiaba qué tema tocaría aquella noche, y a decir verdad, tenía un par pensados, pero no estaba seguro de si sería apropiado en aquel momento. Había algo a lo que le había estado dando vueltas y que no lo dejaba pegar ojo los últimos días.

—¿Recuerdas la última vez que jugamos, Fuyu?

   Chifuyu se estremeció. No sólo por el rumbo que tomaba aquella conversación, si no por sentir las manos de Baji en su cuerpo, despacio y pacientemente arreglando un mechón que tapaba los ojos de Chifuyu y echándolo hacia atrás, y a su vez, con la otra, acariciando la espalda baja del mismo rubio. Chifuyu juró que casi podría jadear ante el tacto.

—既  :  ᴘᴀsᴛ—

   Baji contaba animadamente una anécdota de educación física a la madre de Chifuyu, riendo y expresándose como si estuviera con su propia madre, y en parte lo era. Todo giraba en torno a una vez cuando en educación física les tocaba jugar contra clase y se negaron a ponerlos en el mismo equipo por la división de salones, pero aún así habían pateado a todos los de los del equipo del otro hasta que quedaron ellos dos únicamente en la pista de balón prisionero.

—Y entonces, nos veía a nosotros, uno frente al otro, ambos teníamos dos balones y la tensión era, como, buah —Baji hablaba, Chifuyu corroboraba orgulloso y (para qué mentir), con algo de vergüenza ajena, y la madre del rubio lo escuchaba atentamente, entre pequeñas risitas y miradas cariñosas—. Cuando Chifuyu tiró el primer balón, entonces comenzó la lucha de verdad, pero entonces también lo tiré, y de fondo se escuchaban un montón de voces animándonos o a Chifuyu o a mí. Era como estar en la pelea más importante de la historia.

—¿Y quién de vosotros, chicos, ganó? —preguntó la señora, curiosa al acabar su plato.

—¡Ninguno! —intervino Chifuyu, frustrado— Un maldito empate, mamá. ¿Lo puedes creer? El profesor dijo que se había acabado el tiempo y que le daba miedo que rompiéramos algún material escolar de valor. Como si fuéramos delincuentes o algo así.

   Baji y la madre de Chifuyu rieron ante la ironía de lo que decía el rubio, y él tan sólo se cruzó de brazos. El resto de la cena fue más tranquilo, y una vez hubieron terminado todos, lavaron los platos y los guardaron entre Baji y Chifuyu, mientras que la madre del último se iba a dormir, agotada tras aquel arduo día de trabajo.

   Los adolescentes se encaminaron al cuarto de Chifuyu y allí se pusieron el pijama. Sustituyeron la luz de la habitación por la tenue luz que irradiaba la ventana, por los coches, las farolas y la luna, grande  redonda como nunca.

—Traje algo —expresó Baji, con cierta duda en la voz, incluso inseguridad o miedo—. Podría ser divertido, pero si no quieres no tienes porqué hacerlo, ¿sí, Fuyu?

The Book Of You & I  ||  BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora