𝗝𝗨𝗦𝗧 𝗜𝗠𝗔𝗚𝗜𝗡𝗘 ✧ Marvel One Shots [+18]

✮ maria hill

❧ 𝗹𝗲𝗻𝗴𝘂𝗮𝗷𝗲 𝘀𝗲𝘅𝘂𝗮𝗹 𝗲𝘅𝗽𝗹𝗶́𝗰𝗶𝘁𝗼
❧ 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗷𝗲𝘀: maria x mujer (oc)
❧ 𝗮𝗱𝘃𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮: sumisión 

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❝𝓭𝓮𝓶𝓾𝓮́𝓼𝓽𝓻𝓪𝓵𝓸❞

Una vez más, Maria le repitió los pasos clave de la nueva misión a la más reciente recluta: Charlotte, la agente pelirroja, hija de Anthony Stark. 

Aquello se podía notar a leguas por el carácter perfectamente similar que ambos tenían.

— Ok, entonces: entro, los golpeo, y ya está — la pelirroja se encogió de hombros

María rodó los ojos y soltó un suspiro.
Le había explicado el plan más de 5 veces, y cada vez era más explícita, pero aún así, la pelirroja no parecía tener en claro lo que tenía que hacer.

— No, Charlotte — negó con la cabeza — Tienes que poner la usb en la laptop, y luego ir en búsqueda del guardia con el código de entrada.

La pelirroja rodó los ojos, y soltó un quejido.
— Mi plan suena más divertido.

— Pero no es eficiente — replicó María

— Igual voy a terminar golpeandolos a todos — habló con obviedad — Como decía mi abuelo: el orden de los factores no altera el producto. Y, yo le creo. Era un genio.

La agente pelinegra se cruzó de brazos, y dejó que una mueca de disgusto se dibujara en su rostro. Charlotte Stark cada vez era más insoportable.

La pelirroja notó la expresión en el rostro de su compañera, y soltó una risita.
— Vamos, Hill, sólo bromeo.

Charlotte se levantó de su silla, y caminó hasta donde María estaba parada, justo frente al proyector en el que exponía el mapa de la misión.

— Deberías ser más divertida, Maria — murmuró, alcanzando el control entre las manos de la agente — Todos dicen que eres la mejor en tu trabajo, y concuerdo, pero, también concuerdo en que eres muy aburrida, y yo odio que las personas aburridas me den órdenes.

La mandíbula de María se tensó, y Charlotte pudo notarlo de inmediato.
Por un momento, se sintió tan atraída por el movimiento en el rostro de la mujer. Se veía malditamente sexy.

La pelirroja apagó el proyector, y dejó el control sobre la mesa, mientras se acercaba cada vez más a la pelinegra.

— Charlotte, no me importa si eres la hija de mi jefe. Tú no sabes seguir órdenes y yo no pienso trabajar así. — sentenció Hill, manteniendo su postura firme

Charlotte pudo notar como María escondía los nervios entre sus palabras, y soltó una pequeña risita.
Su cercanía la estaba poniendo así.

Sus respiraciones casi podían mezclarse, y la tensión entre ambas crecía potencialmente conforme Charlotte se acercaba.

— Te propongo algo — murmuró la pelirroja— Si tú me demuestras que puedes ser divertida, yo te demuestro que sé seguir órdenes a la perfección. Incluso mejor que tú, agente.

Charlotte se acercó al rostro de la pelinegra, y talló su nariz contra la piel de su mejilla.

Pudo observar a Maria cerrar los ojos, y luego tomar una bocanada de aire.
Todo su sentido común se estaba esfumando conforme Charlotte se acercaba.

— ¿Qué dices? — insistió la pelirroja

La agente Hill perdió cada parte de su frialdad, y asintió sutilmente.