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I: ¿Karmaland?

Sus ojos se abrieron con calma, ajeno a lo que sucedia a su alrededor, su vista estaba nublada y se iba aclarando poco a poco, permitiéndole observar el sitio donde se encontraba.

-¿Qué cojones?- Pensó, la habitación tenía un aspecto frío, decorada muy vagamente con muebles de madera, sin duda, esa no era su habitación y por ende, el no se encontraba en su cama.

Se levantó con rápidez, sintiendo al instante una punzada en su cabeza y por instinto llevó su mano a su cabeza.

-¿Donde cojones estoy?- La frustración se notaba tanto en sus pensamientos como en sus acciones, toscamente se levanto de la cama y se dirigió a la puerta de salida, el pastillo era extenso y decorado con cuadros extraños pues en estos se encontraba un hombre extrañamente familiar de diferentes formas y épocas.

-Se me hace tan conocido...- El pensamiento fue acompañado por el suave desliz de sus dedos sobre la pintura, continuó su camino hasta unas escaleras pues voces se escuchaban desde esa dirección.

- Entonces, ¿Fue obra de un portal?- Una voz se alzo sobre los murmullos, era ligeramente aguda, y mientras baja las escaleras pudo observar mejor el panorama, sus amigos se encontraban en una esquina y en la otra, sentados en sillones estaban los chicos de antes por lo que dedujo, estaba en la casa de alguno de ellos.

- Si, estabamos en nuestro pueblo cuando el portal apareció frente nuestro y absorbió a nuestro líder.- Los murmullos se calmaron cuando la voz de la rubia explicó la situación, nadie parecía haberse percatado de su presencia en el sitio.- Ahora ustedes responderán una pregunta, ¿De dónde conocen a Luzu, Fargan y a Auron? O ¿Por qué atacaron a Auron si supuestamente son sus amigos? - Los seis chicos se miraron a los ojos no sabiendo si era lo correcto decir lo que sabían.

- Este es el pueblo de Karmaland - Comenzó a explicar el líder de cabello morado oscuro, las miradas del hetero cromático y los del búho se conectaron con complicidad. - Aquí nos conocimos, este pueblo se fundó hace años, y nosotros somos los actuales protectores de el, originalmente eramos solos tres héroes, Willy. - Señaló con su pulgar al chico de cabello blanco cubierto por una boina verde, ojos verdes claro y algo achinados. - Staxx... - Murmuró sin querer hablar mucho del joven guerrero. - Y yo - Se señaló con el dedo apoyando sus codos en sus piernas para adquirir una postura más cómoda - Un tiempo después se nos unió Alexby - Señaló al chico de casco quien río nervioso sin quitar su mirada del búho, quien inconscientemente se la devolvió al escuchar el nombre del otro- Después de el llegó Luzu - Llevó su mirada al hetero cromático quien se sintió cohibido al recibir tantas miradas. - Y posteriormente llegaron Mangel, Fargan y Rubius - Bajo la mirada con tristeza al mencionar al primero y la devolvió con la misma tristeza al oso. - Y finalmente llegaron Lolito y Auron - Terminó de mencionarlos, señalando ahora al pelirrojo que veía con desconfianza a los recién llegados.

Al oír su nombre, no pudo evitar sentir una punzada tanto en la cabeza como en el pecho, el no parecía mentir entonces, ¿Por qué no recordaba eso? Tenía tantas preguntas sin respuesta.

- Hace unos meses Auron desapareció del pueblo y se comenzó una búsqueda pues dejo toda su ropa, sus mascotas y su familia, parecía que la tierra se lo había tragado. - Se recargo en el sofá y llevó su mano derecha a su nuca y rasco un poco en ese sitio, las miradas de los recién llegados eran perpleja, sabían que su líder era alguien ya mayor y experimentado pero, el nunca les habló de ese sitio o sus compañeros y todos ellos parecían guardarle mucho cariño. - En el transcurso de su búsqueda, Luzu y Fargan desaparecieron también, intentamos seguir sus pasos, pero parecían haber desaparecido de la misma forma. - Terminó de narrar con tristeza la situación, aún recordaba la desesperación y la angustia que lo invadieron en ese momento.