No puede creer el caos de aquella matanza, de aquella guerra que parecía eterna, que parecía clavarse como una flecha una y otra vez sobre la misma herida. Ese chico lucha una y otra vez con todas sus fuerzas a cualquiera que se le ponga en su camino, apenas escucha un grito desgarrador de esa voz que le vuelve loco por las noches, su cuerpo responde. El ladrón de su ser está en peligro, está entre las garras del enemigo que se siente frustrado y enojado consigo mismo.
Grita con furia, con verdadero desespero y con todas sus fuerzas se lanza al primero que aparece de los enemigos. Lo tira al sueño y toma la flecha que estaba a punto de lanzar a lo lejos y se la clava en un ojo. El hombre grita, se queja del dolor que aquello le causa, y no estando satisfecho con solo eso, la saca de su ojo dejando que muera ahí solo. Aquella flecha termina clavada al pecho de un enemigo más que tumba y lo lleva al suelo, así quita cualquier obstáculo de su camino y corre a toda prisa. Sus piernas deben de responder bien ahora porque su amado está en problemas y no lo quiere aún ver morir.
No sabe como, pero es capaz de llegar hasta el, justo antes de que aquel hombre le cubra la vista de su querido Olaf. Y Kai sonríe cuando lo tiene enfrente, pero se siente triste porque el rostro que el esperaba ver no era aquel de miedo y terror, si no de felicidad. Así que el sonríe para contagiarle la sonrisa, pero le cuesta hacer aquello y tose.
— ¡Kai!...
— Amor....sonríe un poco...
Y Olaf llora porque no se puede creer que su amado ha sido atravesado con aquella espada protegiendo su cuerpo. Hubiera preferido morir a ver aquello.
Y solo puede tomarlo entre sus manos cuando el gran Vikingo guerrero tira de un fuerte golpe al asesino de Kai, su preciado y buen Kai. Y saca aquella espada de su cuerpo que le hace dar un desgarrador gruñido. Lo toma entonces entre sus manos y peina un poco su largo cabello, su barba ensangrentada, pero su mano es atrapada entre la ajena y un cálido beso recibe en su palma.
— Tus manos son las de un príncipe ¿Te lo he dicho? No deberías estar aquí...
— No hables...— Un Olaf destrozado en llanto quiso callar la boca de su amado, pero aquel solo sonreía y le pedía que le dejara continuar, aunque aquello se lo transmitía en solo suaves apretones de su mano. Kai era consciente de su vida en esos momentos, lo poco que quedaba de ella, sabía que no quedaba mucho y quería decir tanto, y es que en los últimos minutos no podría decir lo correcto, pero al menos el intento de hacerlo estaba en el. — Vas a estar bien, por favor..
— Kyungsoo, mi Kyungsoo. Hubiera deseado destino más bonito que este a tu lado.— Tose una vez mas, siente que se ahoga con su propia ácida sangre y no puede más, los párpados le pesan, la vista se le nubla. Y tienta en su suerte para poder tocar ese bello rostro una vez mas, y lo húmedo y caliente de su mejilla lo siente, y sabe que sonríe con ello.— Yo te amo, Olaf..
— Yo también Te amo...— Y cuando su mano pierde fuerza, Olaf la toma y la lleva de vuelta a su mejilla en un reflejo de enloquecido corazón que se rehúsa a perder a su amado, pero es algo imposible porque acaba de morir en sus brazos. Y llora, llora en ira y rabia, en gritos desgarradores mientras no lo suelta y no lo deja ir. Mira los alrededores y se siente vacío, entre tierras quebradas en batallas que para el son sin sentido alguno. Y entre su dolor olvida que esta entre tierras enemigas y es tomado de vuelta en captura, y esta vez no se rehúsa. Ya que más da, no tiene razón para poder seguir luchando, incluso se siente doler más cuando aquel gigante Vikingo es derrotado en la lejanía de su captura. Donde Olaf siendo llevado como prisionero, se siente perdido.
Es amarrado a una viga de madera vieja, de rodillas con las manos atadas atrás y en aquella vieja madera. Apenas deja sus vacíos ojos en las tierras enemigas. Esta rodeado de gente para ser juzgado, pero eso no sería así, porque realmente lo que haría sería asesinarlo, ver su sufrimiento y asesinar a sangre fría para mostrarlo como victoria. Y ante el Rey que dijo ser su Padre, al fin levanta la mirada para enfrentarle.
— Os dinos tus últimas palabras, Hijo...
Ante la burla de esa última palabra lo mira con disgusto y una lágrima involuntaria cae de su ojo. Ya no tiene fuerzas para luchar. Siente rabia e impotencia, pero ya no hay más fuerza alguna para luchar. Se lo piensa un segundo y a su mente vienen las últimas palabras del moreno que murió en sus brazos, y en lo mucho que el deseaba una vida diferente a aquella.
— Tregua.
Su voz apenas era escuchada, pero realmente no quería decirlo a su público, si no solo al Rey a su frente. No quería más guerra, no quería más muerte, ni más sangre, ni más pérdidas. Aunque el ya había perdido todo en ese día, al menos un poco de lo que le había dado sentido a su vida. Pero si algo ahora estaba claro en su cabeza era que quería darle a su moreno la satisfacción de ver un mundo mejor, un mundo sin guerra, sin confrontación donde sólo se derrame sangre, donde sólo se esclavicé y se tenga que ser conforme con lo que a uno le dan.
— No más guerra.
La batalla de Stamford Bridge fue una rotunda derrota de los vikingos. Perdieron a los dos líderes de sus tropas, así como numerosos guerreros. De los 300 barcos noruegos que llegaron a Inglaterra para invadirla, tan sólo 24 pusieron rumbo a Noruega para huir.
En total, en torno a 4.000 ingleses y 6.000 nórdicos perdieron la vida aquel día. Aunque Olaf fue hecho prisionero, se le permitió regresar a casa sin rescate bajo el juramento de no invadir Inglaterra nunca más.
~~ 2 años más tarde...~~
— ¡Hey! Aquí tienes... la firma del tratado de paz con Guillermo.
Un joven alto, apuesto, de grandes ojos, más alto que Olaf incluso. Lo acompaña por los pasillos de su reino, lleva con el aquellos papeles importantes con sellos y firmas que le han costado conseguir. Al fin tendrían un poco de paz después de todo, y era un día realmente feliz donde el podría celebrar su forma de gobierno.
En aquella batalla había perdido a su padre, así como a su amado, aquel a quien le debía todo lo que Olaf era ahora, dando tratados de paz al país como a ese apuesto hombre conquistador le hubiera gustado vivir.
— ¿Que más tenemos para hoy?
— Nada realmente. Solo que digas donde van a poner eso porque me están volviendo loco de que lo ponen en cualquier sitio.
Una pintura grande que el mismo había pedido lustrar estaba en los pasillos de su Reino. Y apenas la vio una sonrisa se dibujo en sus acorazonados labios. Era una pintura de Kai con detalles hermosos que dejo decorar el medio de su casa, para poder contemplarlo cada que pudiera.
— ¿Es acaso uno de los bisabuelos vikingos o algo así?
Olaf apenas miro al mas alto y negó en diversión.
— Es un gran héroe de la batalla de Stanford. Un héroe que jamás voy a olvidar, porque salvo hasta mi propia vida.
• El futuro Olaf III de Noruega conocido como el Tranquilo por sus políticas pacifistas.
ESTÁS LEYENDO
Einn Nott [FINALIZADA]
RomanceGenero: Romance, drama, historia. Advertencia: Contenido +18 Pareja: KaiSoo Esto es un fic, por tanto los personajes no me pertenecen, solo disfruten. No resubir, ni adaptar. Historia original. Extensión: OneShot 4 capítulos. Disfrutais de esta...