Decir que Harry estaba molesto, sería un eufemismo.
Molesto en sí, no. Irritado y bastante incómodo sería una posibilidad próxima si entendiera el motivo de sus pensamientos y estúpidas acciones.
Pero la verdad sea dicha: aún no comprende qué sucedió aquel día en los baños del tercer piso.
Ha transcurrido una semana larga e interminable donde los pensamientos de Harry van desde los más inverosímiles hasta los más oscuros. No es capaz de llegar a una razón lógica y eso le desespera a niveles cósmicos.
¿Por qué Malfoy dijo aquello? ¿Sería por el beso?, pero entonces debió haber actuado así desde hacía mucho tiempo atrás y no aquel día, aquel encuentro...
¿Sería por la apuesta? Un horrible peso lleno de vergüenza y consternación con algo más que no pudo identificar, se instaló en el estómago, asfixiándole lentamente. ¿De verdad sería por la apuesta? El sólo pensamiento le hace querer disculparse una vez más por sus estúpidas acciones y por dejarse llevar, pero sabe que será inútil.
Esta vez quisiera disculparse de verdad, pero está seguro que Malfoy no querrá verlo. En realidad, parecía bastante molesto, mas Harry no halló un odio verdadero en aquellos ojos, sino... no lo sabía, parecía inmensa e insondable amargura, Harry nunca ha sido muy bueno en darse cuenta de las cosas.
Y quizá eso es lo que más le irritaba.
La semana ha pasado con lentitud, tortuosa y solitaria. Los chicos buscan el porqué de su miseria y el único pensamiento ilógico, pero que le hace sentir extrañamente bien consigo mismo, es su deseo por hablar con Malfoy.
¿Para qué? Aún no lo comprende. Es obvio que el rubio pasó de sí y malinterpretó las circunstancias, ¿pero por qué tiene esa desesperante necesidad por aclarar las cosas?, por querer verdaderamente disculparse. Malfoy siempre ha sido su enemigo, el que no podía vivir sin estar insultándole o recordándole a sus padres fallecidos. La mayoría de los infortunios que ha padecido han sido por su causa.
Debería dejar que Malfoy se hunda en sus propias circunstancias. Harry no quiere mancharse.
Y sin embargo... es tan contradictorio que desee de igual forma que aquellos infortunios vuelvan a suceder porque en su interior y lo sabe con certeza, su convivencia con Malfoy no ha sido la misma desde que mermó todo eso... y hay algo que falta. No es lo mismo, todo parece gris, la misma monotonía.
Sabe que su contradicción es digna de ser pisoteada, pero es así que se siente, porque a pesar de todo, a pesar de lo malo, de las molestias y el dolor padecido... lo que tenía con Malfoy le recordaba que con él siempre fue Harry Potter y no el héroe.
Desde que vio aquello en la Torre de Astronomía, nunca pudo ver a Malfoy como malo, como el temible.
A pesar de su edad, era solo un niño... al igual que él.
Y Harry lo comprendió.
Apretó los labios, éstos tornándose en una fina línea de tensión, un rictus de amargura y desolación surcando su rostro.
¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?
Se llevó ambas manos a su rostro, cubriendo la piel pálida, las bolsas grises bajo los párpados y los labios temblorosos que deseaban gritar todo lo que su cuerpo ansiaba por descargar, más no podía. Todavía había algo que se lo impedía y no sabía qué o con qué motivo.
Con un suspiro tembloroso, alejó la mano derecha del rostro, tanteando la suave colcha bajo sí, buscando su varita. Cuando la encontró, sin siquiera ver, comprobó que aún se mantuviera los hechizos de privacidad puestos en su cama. Ahí dejó escapar todo el aliento contenido que no sabía que tenía retenido.
![](https://img.wattpad.com/cover/37113272-288-k771349.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La gran apuesta (three-shot)
UmorPrimera parte. Harco. Harry tiene una apuesta con Ron: debe besar a una persona en medio del Gran Comedor. Algo le dice que aquello no le gustará.