Adonis Ruso

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-Soy Katsuki Yuri, hablamos por teléfono...- el japonés comenzó a decir nervioso.

-¡Desde luego! Hyoga Katsalapov, un placer- el rubio extendió la mano a Yuri. Shun no podía quitarle los ojos de encima.

-Él es Shun...- mencionó Katsuki, señalando a su novio, quien sujetaba su brazo con fuerza.

La mirada de Hyoga cambió al encontrarse con los ojos verdes del japonés. Shun no consiguió moverse o pronunciar palabra alguna.

-¿Tú también patinas?- preguntó con un tono suave, casi afectuoso.

-N-no... etto... s-soy...

-Es mi novio- interrumpió Yuri, al notar que su pareja no era capaz de articular una oración.

La mirada del ruso volvió a cambiar, casi parecía decepcionado. Nuevamente extendió su mano para estrecharla, ahora con el peliverde.

-Bueno, ya casi termino con Arina, ¿me das unos momentos?- preguntó Hyoga, Yuri asintió. -¿De casualidad traes tus patines?

-¡Sí!- respondió el japonés, orgulloso de sí mismo.

-Genial, ve preparándote para saber en que condiciones estás.

Los japoneses fueron a las gradas. Yuri vio cómo el sujeto alto de cabello platinado se acercaba a Hyoga, quien estaba recargado en la barda de la pista, se tomaron de las manos, el sujeto dijo algo gracioso y después volvió a su rutina.

-¿Crees que él sea Arina?- preguntó Yuri.

-No lo sé- respondió Shun, casi celoso de la forma en la que el sujeto de cabello platino trataba al nuevo entrenador de su novio. -Los rusos tienen nombres raros...

Hyoga volteó y le hizo un ademán a Yuri para que se acercara.

-¿Cuántos entrenadores has tenido?- preguntó Katsalapov, la mirada fija en uno de los patinadores.

-Contigo serían cuatro...

-Vaya, bueno, lo que quiero hac...

-¡Woo-hoo! ¡Viste eso Hyoshka!- el sujeto alto había aterrizado un cuádruple Axel.

-¡Sí! ¡Bien hecho!- mintió Hyoga, no le había prestado la más mínima atención.

-¿Lo entrenas a él también?- inquirió Yuri sin dejar de ver al patinador.

-¡Claro que no! No sería ético...- respondió el tipo, antes de que Hyoga pudiera siquiera abrir la boca. Yuri estaba confundido. El hombre se acercó hacia ellos. -Viktor Nikiforov, a tus órdenes...- dijo con un tono en su voz bastante atractivo.

-K-Ka-Katsuki... Yuri...

-Un placer... Yuri...- Viktor sonrió, parecía que se estaba comiendo a Yuri con los ojos.

-¿Así que tú eres el nuevo discípulo de Hyoshka?- Katsuki sólo balbuceó, pero no dijo nada. -Te lo encargo, ¿de acuerdo?

-Vitya...- le reprochó el rubio. Yuri no estaba seguro de entender lo que estaba sucediendo. -Perdónalo, no le hagas caso. Es mi prometido.

La quijada del japonés casi cae al suelo al escuchar esas últimas palabras. Pero ¿por qué? No es que fuera asunto suyo, ni siquiera conocía a ninguno de los dos, ¿por qué le sorprendía? Tal vez no era sopresa, sino... ¿desilusión?

La patinadora rubia, a quien Yuri casi había olvidado, se acercó a ellos, Hyoga le retroalimentó su actuación y le dio instrucciones para la siguiente práctica.

-Él es Yuri, Katsuki. Yuri, ella es Arina Bichevina, hasta antes de ti, mi única pupila.

-¡Konnichiwa!

Intercambio en la pistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora