🅒🅐🅟🅘🅣🅤🅛🅞 5

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Cuando Kakashi entró en el recinto de los Uzumaki, encontró a los tres genin en el salón. Había temido que ya no estuvieran aquí, hasta que pudo sentir las protecciones que se habían roto. Podía volver a entrar, cuando antes no podía hacerlo. Lo había intentado, pero como no era pariente de sangre ni de Minato ni de Kushina, no podía abrir el recinto.

Naruto había engendrado varios clones y estaba leyendo lo que podía reconocer como los diarios de sus padres.

Sakura por su parte se estaba cortando el pelo para que le cayera sobre los hombros en vez de casi hasta la parte baja de la espalda, una parte de él se alegraba de que esta versión de la chica supiera que el pelo largo era una invitación para que el enemigo se aprovechara. No se alegró tanto al recordar cómo Sakura había llegado a saber eso.

Sasuke estaba rebuscando en los armarios de la habitación, sin duda viendo lo que podían utilizar o no. Todas y cada una de las piezas que obviamente eran de Minato o Kushina fueron puestas a un lado con mucho cuidado, al igual que las cosas que habían sido traídas para un Naruto bebé. Todo el resto fue arrojado en dirección a unas bolsas de plástico, o puesto en el suelo para que lo revisaran.

Naruto levantó la vista cuando entró de lleno, con una mirada de dolor aún en su rostro, y al ver los pergaminos abiertos, Kakashi sólo pudo imaginar lo que Kushina-nee y Minato-sensei habían escrito para decirle a su hijo. Sin duda estaba lleno de palabras sentidas y de dolor por saber que no estarían allí para verlo crecer.

"Bueno, el equipo 7 está oficialmente en marcha. Sugiero que nos tomemos una noche tranquila y nos reunamos mañana en el mismo campo de entrenamiento. Podemos repasar lo que ya eres capaz de hacer y lo que habrá que reforzar".

Mientras se ponía de pie de nuevo, sin saber cómo podría funcionar en esta máquina obviamente muy bien engrasada de un equipo. Encontró a Naruto -el verdadero- guardando el pergamino que estaba leyendo.

"También tenían algo para ti".

Kakashi parpadeó, y sólo después se dio cuenta de que Naruto estaba mencionando un pergamino que aún permanecía cerrado sobre la mesa. Su nombre en él, escrito por la mano de Minato. Una parte de él se asustó de lo que estaba escrito en él, mientras que otra parte se impresionó de que tuvieran tiempo para preparar todo esto. Tendrían minutos, tal vez incluso menos, y aun así habían sido capaces de preparar su desaparición de tal manera.

Recogiendo el pergamino con una mano temblorosa, lo abrió y lo desenrolló. Una suave sonrisa se dibujó en su rostro mientras repasaba las palabras que su sensei le había dejado. Mordiéndose el pulgar, untó un poco de sangre en el sello de la parte inferior del pergamino, atrapando el pergamino más pequeño y el pequeño montón de papel que escupía.

Al sentarse muy lentamente, su único ojo se ensanchó al ver lo que estaba escrito en los papeles. Agarrando como un pincel sobre la mesa, firmó, antes de mirar el pergamino que tenía en la mano.

"Este... este es el último testamento de tu padre. Actualizado, al parecer, el día en que naciste. Mencionó que el de Kushina también está incluido en él".

Naruto tarareó, "Mencionaron algo sobre eso en una de sus últimas entradas. Que querían estar preparados para todos los escenarios posibles, lo suficiente como para prever que algo pasaría el día en que yo naciera.

Esos papeles que firmaste, ¿eran los papeles de adopción de los que dijo papá?"

A Kakashi se le cortó la respiración, antes de asentir: "Sí, sé que ya no es válido, pero eso no quita que me hubiera encantado tener a tus padres como propios tras la muerte de mi padre. Nunca conocí a mi madre, pero tu madre, era una persona tan cariñosa -dispuesta a hacerse cargo de los niños que su novio de entonces cuidaba."

Estaria Dispuesto a Todo Siempre y Cuando no Tenga que PerderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora