Crónicas de una Mafia +18

PILOTO (2)

CONTINUACIÓN ...

No sé si viví debajo de una roca los últimos días, o solo pasé muy entretenida en otras cosas y por eso no le brindé el mínimo de atención que todos tenían a la dichosa fiesta de San Valentín, teniendo en cuenta que tenía a la obsesiva compulsiva de Lorena planeándola justo debajo del mismo techo. Esto me hacía pensar dos cosas:

1) No presto atención a lo que las chicas hablan.

2) Soy muy despistada.

Bueno no importa, lo que importa es que el sábado debo ir a la fiesta para darle "apoyo moral" a Lorena. Pero ya que estamos hablando de ella, dejen se las presento.

Conocí a Lorena a los 8 años, ella era vecina mía y de Angie. Nuestros padres eran amigos, por lo tanto, pasábamos más tiempo juntas y poco a poco nos volvimos cada vez más cercanas. Éramos inseparables nosotras tres.

Ella es muy alegre y creativa, tiene un buen sentido del humor, pero es algo rebelde, le gusta más crear sus propias reglas. Puede llegar a ser muy controladora, le gusta llevar un ritmo y que los demás los sigan en todas las cosas que hacen, pero a pesar de todo el la más "decente" después de majo. Sus dos cosas favoritas son las fiestas y planearlas, pero no antes que la comida, ella prefiere mil veces perder su teléfono antes que una bolsa de papas.

Físicamente es toda una belleza, posee un largo cabello ondulado hasta las caderas de color caramelo, un busto pequeño, cintura marcada, caderas grandes y muslos anchos, literalmente un cuerpo de pera. Tiene un fino rostro lleno de pecas con una nariz perfilada, labios gruesos, ojos cafés, cejas delgadas y pobladas que resaltan su mirada y le dan un toque seductor.

Esta chica tamaño pigmeo o como yo le llamo Gremlin, por ser tan linda y mala, tiene un gran historial de corazones rotos. Algo ilógico ¿no?, teniendo en cuenta que está organizando una fiesta donde se celebra el amor y esas cosas.

Estudia enfermería, y obviamente iba a ser en la misma universidad que el resto, no nos separamos antes y mucho menos ahora lo haríamos. Ella y Majo tiene un encanto hacia la medicina como ninguna otra persona.

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*Procedimos con el desayuno y hablar sobre la fiesta*

—Chicas que opinan de ir a comprar ropa para la fiesta del sábado— Dice Chelsea mientras nos mira a todas esperando que alguna hable.

Nos miramos a las caras unas a las otras.

La ojiverde hace una mueca de espanto y pregunta. —¿No me digan que pensaban ponerse cualquier cosa que ya tenían en su guardarropa? — A lo que todas asentimos con la cabeza en forma de respuesta a su pregunta.

—No cualquier cosa, pero sí, además no tiene nada de malo que nos coloquemos algo que ya tengamos— Dice Angélica.

—¿Qué no tiene nada de malo? ¡¿QUE NO TIENE NADA DE MALO?! — Dice Chelsea con un tono de voz más elevado con el que seguro, el señor Jhon lo debió haber escuchado desde el lobby.

—Al parecer si tiene algo de malo— Ríe nerviosa Majo.

—¡TIENE TODO DE MALO! — La ojiverde respira profundo intentando mantener la calma. —Miren chicas, claro que es muy malo— Expresa de una forma obvia

*Creo que, al verla así de histérica puedo confirmar que si lo tiene todo*

Chelsea respira profundo, se levanta de su silla y dice:

—Vamos hacer lo siguiente, el jueves nos encontramos en el mall a las 3:00...—

—Ehhh no puedo, tengo cosas que hacer y .... — Comenta la pelinegra, pero fue interrumpida por Chelsea. —Y yo dije que nos encontramos el viernes— La ojiverde la mira fijamente y le enarca una ceja.