Entrenamiento Especial (SOLDADOsxReader) (NSFW) (OneShot)

Entrenamiento Especial

Un poco más de media hora había pasado desde que comenzaron a entrenar, aunque estabas allí más bien para observar a dos 1ra Clase combatir: Eran realmente excepcionales.

Tenías un pequeño "enamoramiento" hacia esos dos hombres desde mucho antes de unirte a Shinra, cuando eras mucho más joven y apenas sí sabías lo que ser un SOLDADO significaba. Aún así tu sueño fue ser parte de ellos.

Angeal Hewley y Genesis Rhapsodos luchaban en la sala de realidad aumentada, en la que tú también estabas presente. ¿El escenario? Junon, en lo alto del cañón. Un lugar poco convencional, algo difícil donde luchar, pero los hombres se desenvolvían con la naturalidad propia de los guerreros de su clase. Sus acertados movimientos eran hipnotizantes.

No era la primera vez que hacían eso, ambos te tomaron como aprendiz en el momento en que Lazard mencionó que se te concedería una oportunidad para convertirte en 1ra Clase, y con dos maestro muy capacitados todos esperaban que en poco o nada de tiempo subieras de Clase.
Terminaron su entrenamiento y tú aplaudiste con una sonrisa en tus labios. No era común tener espectadores dentro de la sala misma, pero a ambos le agradaba tu presencia, pensaban que así tenían algo lindo que ver dentro de las paredes metálicas de Shinra, sin desestimar la importancia que tenías dentro de las tropas de la compañía.

Angeal siempre te había tratado como una igual, aunque insistías en llamarle "maestro" o "señor" cuando la ocasión ameritaba.
En cuanto a Genesis, odiaba que te dirigieras a él de otra forma que no fuera su nombre.
Se secaron el sudor de la frente y se acercaron a ti.

—¿Por qué no vino Sephiroth? —Preguntaste.

—Bueno, querida ___________ —Comenzó Genesis—Nos quiso dejar la sala a nosotros tres. Solos.

Ahí estaba, ese pequeño sobrenombre con el que el castaño había comenzado a llamarte hace un tiempo atrás. No te molestaba, pero la gente que lo oía no podía evitar voltear la mirada para ver a quien se dirigía uno de los SOLDADO. Te avergonzaba y hacía que tus mejillas se incendiaran, sin importar cuantas veces lo oyeras decirlo.
Angeal miró de reojo a su compañero ante la total falta de tacto de este y el poco disimulo que podía presentar.

—¿Crees que podrías luchar contra uno de nosotros? ¿O los dos al mismo tiempo?

—Genesis...—Dijo Angeal en una especie de advertencia.

—Claro que no. Uno ya sería suficiente ¿pero los dos? Ni hablar.

Genesis miró con una sonrisa a su amigo y vio como este suspiraba.

—¿___________ qué me dices si hacemos algo más que entrenar?

—¿Qué cosa, maestro?

Por primera vez el hecho de ser llamado así pareció afectarle levemente. Por que incluso él sabía que sus intenciones no eran del todo honoríficas y le pesaba.

Te tomó de la cintura dejó sobre una superficie de metal a tu espalda. Tus pies colgaron a un nivel relativamente alto, aún así, apenas a ese nivel alcanzaste la altura de ambos hombres.
Angeal se cruzó de brazos y frunció el seño. Te preocupaste, pensando que habías hecho algo mal, hasta que miró a Genesis, quien ya lo estaba observando con una boba sonrisa en sus labios.

—¿Qué suc...

—¿Desde hace cuándo te sientes atraída por Angeal? —Preguntó Genesis.

—¿O desde cuando te sientes atraída por Genesis? —Remató el moreno.

Sentiste tu rostro enrojecer y no hallaste otra cosa que hacer que cubrirte con tus manos. ¡Esto no podía estar pasando! ¿Eras tan obvia? ¿Se habrán incomodado y por eso ya no querrían entrenar contigo? Tantas cosas pasaron por tu mente, y estuviste a punto de soltar a llorar de no ser por que no podías, no frente a ellos.