Hace unos años, un matrimonio del estado de Oklahoma, EE. UU, decidió tomarse la noche libre y matar un poco la rutina nocturna.
Decidieron salir a cenar a la ciudad. Al ser padres de dos hijos y ante las estrictas leyes estadounidenses con respecto al abandono de menores, tomaron la decisión de dejarlos con su niñera de confianza.
Cuando la niñera llegó, los menores ya se encontraban durmiendo. Entonces la joven se sentó a la par de ellos y se aseguró de que todo andará bien. Mas tarde en la noche, ella se aburría y decidió ver la televisión, lo cual no se pudo porque no hay conexión de cable en ese cuarto (los padres no querían que los niños vieran algo indebido en la televisión)
Entonces llamo a los padres y les pregunto si podía ver televisión en la habitación de la pareja. Obviamente los padres se lo permitieron, pero la empleada tenia una última petición....
Ella pregunto si podía cubrir la estatua de ángel con alguna manta o toalla que se encontraba en el dormitorio de los pequeños, ya que la ponía muy nerviosa
La línea se quedó en silencio por un momento, y el padre, que estaba al teléfono habló desesperadamente.
"...lleva los niños fuera de la casa AHORA! ya estoy llamando a la policía ¡no tenemos ninguna estatua de ángel!.."
poco tiempo después de ser avisados la policía encontró los tres cadáveres ocupantes de aquella casa muertos. No habían rastros de ninguna estatua. Ni pruebas de ninguna invasion, salvo los cadáveres de las víctimas que murieron siendo golpeados con un objeto cortante.
El caso nunca fue resuelto y se convirtió en una leyenda urbana
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