𝐋𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐚𝐬 𝐔𝐫𝐛𝐚𝐧𝐚𝐬, 𝐂𝐫𝐞𝐩𝐲𝐩𝐚𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐭𝐜.

𝑪𝒖𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 𝑷𝒂𝒓𝒂 𝑴𝒐𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒐𝒔

Antes de comenzar quiero dejar en claro que todos lo derechos de las historias a continuación están reservados a Santiago Pedraza

"...Odio este hospital psiquiátrico. Llevo años aquí pudriéndome,marchitándome.
Detesto los doctores y enfermeras, detesto sus sonrisas hipócritas y sus coqueteos mal disfrazados ¡Quiero matarlos a todos! ¡Quiero manchar con su sangre las paredes de este lugar! ¡Voy a despedazarlos! ¡Uno de estos dias! ¡Uno de estos días lo voy hacer....!

-Doctora..eso que dise es muy siniestro..- respondió la paciente.."

Cuentos para monstruos
Santiago pedraza.

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El hombre escupió la sopa

-¡Esta salada! ¡Maldita sea! ¡Eres una idiota! ¡No sabes hacer nada!

El hombre se levantó furioso y golpeó su esposa hasta el cansancio.

Luego se tomó un vaso de jugo.

Su lengua salada y la urgencia del momento, le inpidieron notar el sabor amargo del cianuro.

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Santiago Pedraza.

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Pude verla en la ventana. Fue tan solo un momento, pero eso bastó para ese hombre enamorado.

Le sonreí y la saludé, y puede notar terror en ella cuando me vio.

La comprendo.

Ella vive en el octavo piso,
Y para poder verla...
Tuve que saltar desde del doceavo.

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Santiago Pedraza.

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El.dia de San Valentin,
Todas las chicas de mi clase recibieron
Flores.

Todas excepto yo.

Es algo sumamente triste, y desde luego, doloroso.

Pero no puedo negar que también hay cierto alivio en ello.

Yo fui la única sobreviviente de la masacre de ayer.

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Santiago Pedraza.

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Las calles del pueblo se llenaron de niños disfrazados, los cuales, emocionados y alegres, tocaban de puerta en puerta pidiendo dulces.

Cleotilde, la anciana cascarrabias, solo les abria para golpearlos con un palo o areojarles agua, mojando y arruinando los disfraces que lso niños vestían con tanta ilusión.
Se reía maliciosamente mientras los veía alejarse llorando.

Después de un buen rato sin visitas, la puerta dono nuevamente. La anciana tomó su palo, el cual ya estaba listo para otra ronda. Al abrir se encontró con una niña que parecía no llevar disfraz, solo.un vestido y unos zapatos nada peculiares. Cleotilde arqueo una seja con desdén, antes de hablarle a la pequeña con voz dura.

- Y tu?...¿Nisiquiera quiera te tomaste la molestia de disfrazarte?

- Claro que si, vengo disfrazada de niña ¿no lo ves?- Respondió la muerte

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Santiago Pedraza

(...)

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