𝖲𝖾𝖼𝗎𝖾𝗌𝗍𝗋𝖺𝖽𝗈 ✗ [𝖪𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇]

0.7

— Muy bien señor Park con esto finalizamos lo que sería su tratamiento. — Hablo el doctor al ver sus papeles.

— ¿Enserio? — Sonrió. — Por fin, ya comenzaba a molestarme el venir aquí cada sábado. — Arrugó inconscientemente la nariz.

— ¿Tan mal lo he tratado señor Park? — Rió el doctor al ver a su paciente como un niño pequeño.

— No, no, claro que no. — Negó rápidamente. — Sólo que... Usted me entiende. — Dijo tímido.

— Tranquilo, solo bromeaba. — Sonrió para firmar los últimos papeles y dejar su sello. — Bien, con esto usted ya es libre. —

— Gracias doctor. — Lo miro sonriendo. — Ahora tendrás que dejarme de tratar como un niño Min. — Regaño viéndolo.

Pero este se encontraba en una especie de transe, ya que su vista se centraba en el piso.

— ¿Yoongi? — Volvió hablar Park.

— ¿Eh? Ah sí. — Sacudió la cabeza para centrar su concentración en el doctor. — ¿Entonces Jimin ya está bien? —

— Su novio está muy distraído señor Park. — Rió negando la cabeza.

— El... No es mi novio. — Susurró Park apenado.

— Lo siento, no quise incomodar. — Se disculpo. — Bueno, si me disculpan, tengo otra cita. — Dijo amable.

— Sí, ya nos vamos. — Sonrió Min. — Muchas gracias por ayudar a mi pequeño doctor. —

— Es mi labor señores. — Hablo para despedirse.

Mientras en otro lado de aquel hospital, se encontraba aquella pareja totalmente muerta de nervios al ver a su bebé en aquel aparato.

— ¿Entonces esa es su cabecita? — Preguntó Kim tomando la mano de su pareja.

— Señor Kim, nisiquiera le puse el gel correspondiente a su pareja. — Hablo aquella doctora.

— Ah sí, lo siento. — Dijo avergonzado.

— Tranquilo amor. — Rió Jung sintiendo aquella sensación fría sobre su vientre.

— ¿Ahora podemos saber el sexo del bebé, verdad? — Preguntó Kim.

— Correcto señor, el bebé ya está lo suficiente desarrollado para ver su sexo. — Respondió ya por fin pasando aquel objeto sobre el vientre de Jung.

— ¡Yo quiero saber! — Dijo sumamente feliz.

— Yo no. — Respondió rápidamente Kim.

— Pero Tae... — Se quejó viéndolo.

— Quiero que sea sorpresa amor. — Hizo berrinche.

— ¿Entonces les digo o no? — Los miro esperando una respuesta.