Dereck POV
Sentir su presencia era una amenaza constante. No sabía de dónde lo conocía Samanta, tampoco como conocía con exactitud la existencia de nuestra familia, pero no deseaba que su rostro divague por la cabaña de Jacob día y noche. No lo permitiría.
Lo miraba, y al verlo sonreír tan pacifico por encima de los ojos de Sam me dejó conocer sus intenciones más profundas.
<<Erin, Eren o como se llame>> Me repetía mentalmente intentando recordar su nombre mientas que su cuerpo volvía a posicionarse a su lado. A él le gustaba, le atraía demasiado a decir verdad y por alguna extraña razón pensaba que yo era su competencia.
Oh, niño estúpido, tú no eres ningún rival para mí. Esa chica es solo mía. Siempre lo ha sido y seguirá siendo igual hasta que ella decida que no quiere estar conmigo. Si tengo la oportunidad de vivir y morir en sus brazos, sería el hombre más afortunado en esta tierra.
Tenía mucha confianza, mi ego se elevaba cada vez que pensaba en ella y como su boca rozaba la mía para completar juegos con nuestras lenguas entrelazándose. La conocía, conocía exactamente algunos de sus gestos los cuales usó conmigo hace un año atrás y al verla, los estaba usando con él.
Me había dicho que me amaba. Aun a pesar de la tragedia seguía sintiendo cosas por mí, sentimientos encontrados probablemente, pero era amor. No podía desconfiar de ella. Era un amor trágico, toxico y descarado, una situación que odiaba y necesitaba cambiar tan rápido tuviera la posibilidad de hacerlo.
Caminando hasta la motocicleta sin agradecerle al muchacho que se hallaba cerca por traerla, la arrastre hasta la entrada de la cabaña. No podía dejar de ver el espejo retrovisor observando cómo su silueta se alejaba y como ambos se miraban con pausa. Eren manteniendo la cordura, sosteniendo una sonrisa amplia y sin filtros, todo lo contrario a mí. Samanta estaba tan seria y distante luego de lo que le había dicho. En su cara se dibujaba el disgusto y la tristeza, pero quería ocultarlo a toda costa.
- Debo ir – Escucho entonar a mis espaldas la voz de Samanta.
Sin verla directamente, tomo el pequeño espejo de la motocicleta y lo dirijo en dirección a ella, en sus ojos cristalizados y levemente cerrados, quien le estaba hablando directamente a Jacob.
Al recordar que él sabía donde había ido, la cólera regreso a mi cuerpo de improvisto.
- Trajiste a una persona sin avisar, ¿Y ahora quieres volver a salir? – Jacob se acerco a ella sin medir sus pasos. Se lo veía calmado a pesar de que en su tono de habla se le escuchaba un poco de frustración.
- Necesito ir a verlo – Samanta, de manera inquieta y necesitada, se abraza a si misma.
Observo cómo sus dedos palpan con ritmo el abrigo que cubría su torso y al segundo, un pie acompaña la ansiedad que estaba cargando. Estaba alterada y quería una solución rápida. Todos teníamos el mismo objetivo, todos deseábamos estar bien, nos ilusionábamos con que la vida podía ser distinta en cualquier momento, color rosa y felicidad absoluta, pero esta situación causaba estrés.
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Suplicarás © (2)
Romance•Segundo libro de la bilogia "Arderás". (Para leer este libro, es necesario leer la primera parte titulada "Arderás") Samanta piensa que el destino es un simple juego de supervivencia, que las casualidades son solo para valientes y la destrucción qu...