-1-

462 37 4
                                    

When the night has come
And the land is dark
And the moon is the only light we'll see
No, I won't be afraid
Oh, I won't be afraid
Just as long as you stand, stand by me...
- - —🥀— - -

Después de la fiesta de Año Nuevo algo sucedió dentro de la cabeza de Lexi. Por primera vez alguien la había escuchado, alguien estaba interesado en ella y lo que tenía que decir, sin llevarle la contraria o tratarla de avergonzar, solo quería escucharla. Su cabeza había comenzado a hacer miles de historias maravillosamente románticas y emocionantes, ¿enamorarse de un traficante?, creía que eso solo sucedía en las películas. Aún que no negaba el hecho que eso era un problema. Problema que fue lo que le impidió mandarle un mensaje posterior de la reciente fiesta.

El resto de la semana no pudo impedir estar ansiosa, nerviosa, como sí creyera que un mensaje iba a aparecer en su pantalla sabiendo que el no tenía su número. Diablos, como pudo no darle su teléfono en vez que el se lo diera, solo hubiera tenido que esperar algún mensaje o gesto que mostrara su interés en ella sí es que existía. Pero ahora ella debía dar el ¿segundo pasó?. No se creía capaz de poder hacerlo.

—¿Que tanto ves en tu celular cariño?

La voz de su madre la hizo levantar la mirada sintiéndose expuesta, como si estuviera haciendo algo prohibido.

—¿Qué? No, nada, solo pendientes de la escuela —mintió. Bueno, más o menos, su obra apenas estaba en busca de actores.

Dejó su celular poniendo la pantalla en contacto con la madera de la mesa para así seguir comiendo en silencio. Pero no duró mucho. En cuanto una notificación hizo vibrar el dispositivo, la castaña se lanzó sobre el para ver sí se trataba de quien esperaba. Pero por supuesto que no lo era.

—Jamás te había visto tan pendiente de tu teléfono —mencionó Cassie con una sonrisa juguetona moviendo sus cejas.

—No lo estoy, solo son cosas de la escuela —

La rubia solo sonrió aún más. Notando la mirada de su hermana, Lexi quito su atención de la pantalla y dejó caer sus cejas.

—Hablo en serio.

—Claro... —la rubia asintió jugando con su tenedor sobre el plato.

Se dio por acabada la conversación así que cada una volvió a su mundo, pero solo por un minuto.

—Y, ¿Como se llama? —soltó la pregunta la rubia mirando su plato.

—¿Quien? —cuestionó frunciendo el ceño.

—Tu novio.

—¡No es mi novio! —levantó la voz molesta.

—Lexi —llamó su madre entrando al juego.

—Entonces si hay alguien —Cassie siguió molestándola.

Lexi miró a su madre quien veía su discusión con su copa de vino en mano. La castaña le dió una mirada pidiéndole que le dijera algo a Cassie, preferentemente que cerrara la boca. La mayor despegó sus labios de la copa y con mucha tranquilidad pasó el trago y pensó.

—Solo no te embaraces.

—¡Mama!

—¿Qué?

—¡Ya les dije que no es mi novio! ¡Solo hablamos una vez!

—A veces eso es suficiente —siguió hablando Cassie divertida.

En ese momento, su cerebro la traicionó creando una imagen de Fezco que no tenía la valentía de describirla, solo sintió su cara calentarse y su corazón y respiración ir cada vez más rápido. Para lograr salir de ahí solo soltó un gruñido levantándose de la mesa —sin olvidar su teléfono claro— dándose vuelta saliendo del comedor subiendo las escaleras.

Stand by meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora