-2-

135 10 0
                                    

When the night has come
And the land is dark
And the moon is the only light we'll see
No, I won't be afraid
Oh, I won't be afraid
Just as long as you stand, stand by me...
- - —🥀— - -

"Hola Lexi Howard"

No sabría decir cuantas veces había leído ese mensaje. Esas tres simples palabras le había dado las alas necesarias a su imaginación para irse a volar y no volver. Tal vez había volado demasiado lejos. Todo lo que podía pensar era en el hecho que el seguía pensando en ella, tal vez no con la misma intensidad que ella lo hacía por el, pero lo estaba haciendo, es decir, ¡le había pedido su celular a Rue!, ningún chico se había esforzado tanto para volver a hablar con ella. Por fin estaba volviendo a sentir esa sensación tan extraña, sensación que se había ido al momento en que su padre se fue y jamás volvió.

No le gustaba pensar en ello, de hecho, obligó a su cerebro a bloquear todo recuerdo de aquel hombre que alguna vez dijo que la cuidaría el resto de su vida. Claramente eso fue imposible. Se había dado cuenta hace poco, pero, jamás había dejado de pensar en el, ¿y es que como podría no hacerlo? Había visto como su madre recaía en el alcohol y a su hermana ir detrás del primer hombre que le diera lo que nunca el les dio. No la culpaba. Repetidas veces se preguntaba porque no podía hacer lo mismo, se veía tan fácil, tan aliviador el saber q había alguien a quien le importabas. Aún que al final nada fuera real.

Como todo en su vida. ¿Irónico cierto?

Volviendo al mensaje, Lexi había sobre analizado la situación, planeó miles de formas para responderle o saber que hacer y así no arruinarlo, esos segundos de analizar se volvieron minutos, esos minutos se volvieron horas, y las horas se volvieron días. Exactamente tres. Y pronto estaba por comenzar el cuarto.

—Cassie —murmuró la castaña sin que si quiera su cerebro comenzara a funcionar.

La alarma que estaba apuñalando su cerebro paró al momento que la rubia se paró de la cama, seguido de eso escuchó sus pasos hacia el baño donde se encerró. Su cuerpo se volvió a relajar esperando volver al sueño profundo. Pero el sonido de la regadera terminó con sus planes.

Frotó su ojos estirándose para prender su mesita de noche, el sol ni siquiera había salido, «¿que hora es?» se preguntó, tomó su celular de su mesa de noche y vio la hora en la pantalla.

—¿Las cuatro? ¿Que mierda? —maldicio desbloqueando su teléfono viendo la última cosa que había visitado la noche anterior.

"Hola Lexi Howard"

Mierda, ese mensaje.

Estaba tan cansada que solo apagó el dispositivo y volvió a acostarse para conciliar el sueño por lo menos las próximas dos horas.

—o—

Más tarde ese mismo día a la hora de receso, Lexi pasó al baño como solía hacerlo, sus pensamientos seguían perdidos, no solo en fez, pero principalmente si se enfocaban un poco en el.

—Creo poder saber sobre que estás pensando —la voz de Maddy a su lado la hizo reaccionar —¿y te digo algo? No vale la pena.

—¿Como lo sabes?

—¿Que cosa?

—Que no vale la pena.

Stand by meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora