¡¡ 𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀⚠︎ᵎ: 𝐒𝐌𝐔𝐓 !!
⅋⅋ ──┈ ៹ En los cuatro años que llevan conociéndose, Draco Malfoy y Amora Buckley nunca han conseguido coincidir. Sin embargo, cuando ambos se quedan encerrados juntos en la biblioteca durante la noche, las...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Tengo hambre.
Leon resopló mientras miraba a Amora, entrecerrando sus ojos azules. Era la quinta vez que lo mencionaba en una hora, pero no hizo ningún intento de levantarse e ir a buscar a la mujer del carrito. Se quedó sentada en el asiento de enfrente, con las piernas enroscadas y la cabeza apoyada en la ventana. Su aliento creaba condensación en el cristal, y de vez en cuando levantaba la mano para dibujar un corazón a medias con el dedo.
—Entonces, ¿por qué no vas a conseguir algo de comer? —sugirió Leon.
—No quiero gastar mi dinero —admitió—. Prefiero esperar hasta que lleguemos a Hogwarts y comer todo en la mesa de Hufflepuff... Luego, si sigo con hambre, me pasaré a la mesa de Ravenclaw.
Leon soltó una pequeña carcajada, negando con la cabeza. Un pequeño silencio llenó su solitario compartimento de dos y los pensamientos de Amora volvieron a la Copa Mundial de Quidditch de hacía menos de dos semanas. Nadie sabía lo que había sucedido, ni cómo los mortífagos habían conseguido exactamente hacerse con el control tan deprisa, pero Amora sólo estaba agradecida de que sus amigos hubieran salido todos sanos y salvos. No le gustaba pensar demasiado en ello.
Amora empezó a jugar con las puntas de su pelo cuando vio pasar a un grupo de chicos, el líder se detuvo al ver quién estaba en el compartimento. Suspiró, poniendo los ojos en blanco mientras se incorporaba. Draco Malfoy lucía una sonrisa de comemierda mientras abría la puerta y asomaba la cabeza al interior. Era más alto que el año pasado y su rostro parecía haber madurado un poco más.
—Bueno, pero si son Buckley y su novio —se burló Draco—. ¿Qué hacéis en un compartimento vosotros solos? Nada demasiado vulgar, espero.
—¿Qué quieres, Draco? —Amora volvió a suspirar.
—Sólo creo que es un poco desconsiderado que dos personas ocupen tanto espacio —Draco gesticuló con la mano hacia todo el compartimento—. No te importará que nos unamos a vosotros, ¿verdad?
